Después de grabar un video de promoción en sitios arqueológicos -Chichén Itzá, Calakmul, Becán y Chicanná-el Gobierno de nuestro país, a través de la Secretaría de Cultura y el Instituto de Antropología e Historia (INAH) denunció judicial y administrativamente al famoso youtuber Mr. Beast por violar el permiso original.
"Este asunto se dirimirá a través de las instancias jurídico administrativas correspondientes", asegura el comunicado emitido por las autoridades nacionales luego de la difusión del video "Mr. Beast: me pasé 100 horas explorando la selva maya".
¿Por qué el Gobierno demanda a Mr. Beast?
Mientras que Mr. Beast niega haber sido demandado y sostiene que tanto él como su productora respetaron la cultura local, el Gobierno profundiza los detalles del caso.
Efectivamente James Stephen «Jimmy» Donaldson, Mr. Beast, contaba con autorización para recorrer el lugar. Sin embargo, el INAH asegura que la productora Full Circle Media del youtuber abusó de la buena voluntad de las autoridades locales.
En primer lugar, porque el permiso otorgado no incluía el acceso a zonas restringidas. Y luego, porque de ninguna manera tenía permiso para realizar videos comerciales en el lugar. En el video, Mr. Beast promociona marcas comerciales: desde su chocolate Mr. Beast Feastables a Walmart, 7-Eleven, Kroger y Albertsons.
El contenido, indica el comunicado de la Secretaría de Cultura, viola la Ley Ley General de Bienes Nacionales que prohíbe expresamente el uso lucrativo de sitios arqueológicos protegidos. En paralelo, el video en cuestión fue subido a través de plataformas digitales con fines de monetización. Un uso de los espacios históricos restringido por normativas federales y acuerdos presidenciales sobre conservación del patrimonio cultural.
La postura de Mr. Beast contra el Gobierno de México
A pesar de que el procedimiento legal haya sido informado a la empresa de Mr.Beast, el youtuber lamentó en sus canales de difusión que algunos medios se hicieran eco de noticias "falsas" asegurando que no había sido denunciado.
Al mismo tiempo, indicó que su objetivo fue "resaltar la belleza e historia de México" enfatizando una vez más que contaba con los permisos adecuados. Para demostrar su afinidad con la cultura local, incluso, sostuvo que su equipo financió obras de infraestructura para comunidades de Campeche y que incluso, es parte de un fondo arqueológico en colaboración con el INAH.
Hasta aquí, su verdad. Sin embargo, nada de esto explicaría lo que el Gobierno de nuestro país considera violatorio a las leyes locales. Mientras tanto, el video en cuestión sigue sumando visualizaciones -supera los 68 millones- y se abre un debate en torno a la actividad de los influencers y su papel en términos de divulgación cultural.
¿Qué pasa con la información inexacta que puedan difundir? ¿Su actividad acaso no implica "lucrar" con patrimonio histórico?, son algunas de las preguntas hasta ahora sin respuesta que abrieron el debate.