México vuelve a aparecer en los reflectores internacionales por una razón alarmante: su lugar como el país más riesgoso de Latinoamérica para el ejercicio del periodismo.
A pesar de contar con un marco legal que reconoce la libertad de prensa, las condiciones reales en las que trabajan los periodistas están marcadas por la violencia, la impunidad y una débil protección institucional en México y Latinoamérica. Así lo revela el informe 2025 de Reporteros Sin Fronteras (RSF), en el que también se advierte sobre una tendencia global de retroceso en los derechos de la prensa.
México, el epicentro del riesgo para el periodismo en Latinoamérica
La organización Reporteros Sin Fronteras colocó a México en el lugar 124 de un total de 180 países y territorios analizados en su Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa. Este resultado representa una caída de tres posiciones respecto al año anterior, lo que reafirma su lugar como el país más peligroso de Latinoamérica para ejercer el periodismo.
De acuerdo con el informe, esta situación se debe principalmente a la fragilidad del ecosistema mediático y a la colusión entre funcionarios públicos y grupos del crimen organizado. Desde el año 2000, más de 150 periodistas han sido asesinados en territorio mexicano, mientras que otros 28 continúan desaparecidos.
"Los periodistas que cubren temas políticos delicados, especialmente a nivel local, son amenazados y, a menudo, asesinados a sangre fría. Otros son secuestrados y nunca más vistos, o huyen a otras partes del país o al extranjero como única forma de asegurar su supervivencia", indica el informe de RSF.
Aunque se reconoce que la presidenta Claudia Sheinbaum ha adoptado un tono menos confrontativo con la prensa en comparación con su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, persisten las críticas desde el poder hacia el trabajo periodístico. Esta ambivalencia en el discurso oficial, sumada a la falta de garantías de seguridad, mantiene a los trabajadores de los medios en una situación vulnerable.
Libertad de prensa en crisis: el panorama para Latinoamérica
El informe de RSF no solo pone el foco en México, sino que alerta sobre un deterioro generalizado de la libertad de prensa en Latinoamérica y el mundo.
En más de la mitad de los países evaluados, las condiciones para ejercer el periodismo son clasificadas como "difíciles" o "muy serias". A nivel global, apenas uno de cada cuatro países ofrece condiciones satisfactorias para la labor informativa.
Una de las causas estructurales identificadas por RSF es la inestabilidad económica de los medios de comunicación, que afecta directamente su independencia editorial. En 160 de los 180 países evaluados, los medios enfrentan severas dificultades financieras, lo que ha derivado en el cierre de redacciones y en la pérdida de empleos periodísticos.
Esta crisis ha generado espacios informativos más pobres y ha expuesto a los medios a presiones externas, tanto de oligarcas como de gobiernos.
En el caso de Estados Unidos, por ejemplo, la caída en el financiamiento público y privado ha provocado que regiones enteras se conviertan en "desiertos informativos". Un fenómeno que, aunque se presenta con matices distintos, también afecta a varias naciones latinoamericanas donde la viabilidad del periodismo independiente está cada vez más en riesgo.