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Una reciente aprobación legislativa en México modifica la Ley General de Población y consagra la Clave Única de Registro de Población (CURP) biométrica como eje central de un nuevo documento de identificación digital.

Esta reforma incluye la creación de la Plataforma Única de Identidad (PUI), un sistema centralizado que integrará una vasta cantidad de información de diversas instituciones, exigiendo la asignación obligatoria de una nueva CURP que incorporará datos biométricos como el rostro, iris, huellas dactilares y otros identificadores.

La normativa establece que cada ciudadano deberá contar con esta CURP biométrica para realizar cualquier trámite, tanto público como privado.

Cómo será el nuevo documento de identidad de México

La nueva ley permite el acceso a diversas a los datos personales a diversas instituciones como el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), la Guardia Nacional, el Instituto Nacional Electoral (INE) y otras autoridades. Estás podrán acceder de forma inmediata y sin restricciones a bases de datos biométricos, de identificación y registros forenses en posesión de entidades públicas y privadas.

Una de las cuestiones más críticas es que el texto legal no especifica que estas consultas deban estar sujetas a autorización judicial previa o a mecanismos de supervisión externa, lo que genera serias preocupaciones sobre el control y el uso de esta información sensible.

Además, esta vasta base de datos se vinculará directamente con el Banco Nacional de Datos Forenses, la Base Nacional de Carpetas de Investigación y la Alerta Nacional de Búsqueda, esta última diseñada para activarse de inmediato tras la denuncia de una desaparición. El dictamen legislativo presenta estas medidas como herramientas para acelerar las búsquedas de personas y reducir el rezago forense.