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Un equipo de científicos, con el respaldo financiero de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), publicó uno de los mapas más detallados hasta ahora del fondo oceánico, elaborado a partir de datos obtenidos por el satélite Topografía de Aguas Superficiales y Océanos (SWOT, por sus siglas en inglés).

El mapa no era tan preciso como pensábamos: revelan los secretos del fondo oceánico

Con el objetivo de entender con mayor precisión la estructura del fondo oceánico, un grupo de científicos recurrió a información obtenida por satélites.

En específico, recurrieron una Topografía de Aguas Superficiales y Océanos, conocida comúnmente como satélite SWOT, que es capaz de registrar el 90% de la Tierra en intervalos de 21 días.

Asimismo, gracias a su avanzada tecnología, puede identificar con precisión cambios sutiles en el nivel del mar provocados por estructuras del lecho marino.

Así, durante un año, el geofísico David Sandwell, analizó los datos del satélite para enfocarse en zonas específicas como montes submarinos, colinas abisales y márgenes continentales.

Los resultados de este análisis se reflejan en un detallado mapa global del fondo marino. En él, las áreas con menor gravedad (representadas en morado) indican depresiones en el relieve, mientras que las zonas con mayor gravedad (en verde) señalan estructuras elevadas y de mayor masa.

En el fondo oceánico habría más montes submarinos de los que creíamos

Hasta hace poco, los satélites de observación solo lograban detectar grandes formaciones del fondo marino, como montes submarinos que superaban el kilómetro de altura.

Sin embargo, el satélite SWOT marcó un antes y un después: ahora es capaz de identificar montes de menos de 500 metros. Esta mayor sensibilidad permitiría duplicar el número estimado de montes submarinos conocidos, pasando de 44.000 a cerca de 100.000.

Este aumento no significa que hayan surgido nuevas formaciones, sino que ahora se pueden observar estructuras que antes pasaban desapercibidas.

Muchas de estas montañas se encuentran a gran profundidad y juegan un papel clave en los ecosistemas marinos: modifican las corrientes profundas, concentran nutrientes en sus laderas y crean verdaderos oasis de vida marina en zonas que, de otro modo, serían desiertos biológicos.

"El SWOT representa un gran avance en nuestra capacidad de mapear el fondo marino", explicó David Sandwell para Science.

Esta herramienta también está permitiendo a los científicos reconstruir la historia geológica del planeta. Las llamadas colinas abisales -pequeñas elevaciones que cubren cerca del 70 % del fondo oceánico- eran especialmente difíciles de observar desde el espacio por su reducido tamaño. Pero ahora, con SWOT, incluso estas formaciones de pocos kilómetros de ancho se pueden estudiar con mayor precisión.

"Nos sorprendió la capacidad del satélite para detectar estas colinas tan pequeñas", señaló Yao Yu, oceanógrafo y autor principal del estudio.