La carrera espacial no solo revolucionó nuestra comprensión del universo, sino que también trajo consigo amenazas invisibles.
Una de ellas acaba de ser descubierta en el entorno más inesperado: una bacteria hallada en la estación espacial china Tiangong que, según expertos, podría representar un riesgo biológico sin precedentes.
Altamente resistente, mutada y adaptada a condiciones extremas, este organismo plantea preguntas clave sobre la seguridad de traer materiales del espacio a la Tierra.
Hallan una bacteria en el espacio con una resistencia alarmante
Durante una inspección de rutina en los controles de la estación espacial Tiangong, científicos chinos identificaron una cepa bacteriana completamente desconocida.
El hallazgo fue parte del proyecto CHAMP, un estudio centrado en analizar microorganismos en condiciones de microgravedad. Lo que sorprendió a los investigadores fue su capacidad para resistir 15 de los 17 antibióticos aplicados, superando incluso a bacterias antiguas halladas en permafrost terrestre.
Este tipo de resistencia es extremadamente inusual y podría dificultar el tratamiento de infecciones si la bacteria llegara a propagarse en la Tierra.
Los expertos en bioseguridad espacial advierten que un organismo con semejante capacidad de adaptación representa una amenaza real si llega a interactuar con bacterias terrestres.
¿Origen extraterrestre o mutación terrestre en el espacio?
Aunque a nivel estructural se asemeja a bacterias de la familia Niallia Cytobacillaceae, su composición genética es tan distinta que abrió un debate científico: ¿es una forma de vida que evolucionó a partir de bacterias terrestres adaptadas en el espacio o proviene directamente de un entorno extraterrestre?
Entre sus particularidades, destaca una capa protectora que segrega para protegerse del estrés oxidativo, además de una sorprendente capacidad de regeneración frente a la radiación.
Estas adaptaciones, raras incluso entre los extremófilos conocidos, refuerzan la posibilidad de que estemos ante una forma de vida modificada por las condiciones del espacio o quizás de origen extraterrestre.
¿Qué tan preparados estamos para contener una amenaza así?
Frente a este tipo de hallazgos, el Comité de Investigaciones Espaciales (COSPAR) mantiene protocolos internacionales para prevenir la contaminación cruzada entre la Tierra y el espacio.
Sin embargo, los expertos reconocen que ningún sistema es infalible. El principal temor es que, ante una falla humana o un accidente, esta bacteria -o alguna de sus propiedades- pueda entrar en contacto con ecosistemas terrestres y transferir su resistencia a otras cepas patógenas.
El descubrimiento abre un nuevo capítulo en la discusión sobre bioseguridad espacial, evidenciando que la exploración fuera del planeta, aunque fascinante, también puede traer consigo riesgos inesperados.