

La UNAM difundió nuevos resultados sobre cómo la música clásica activa regiones asociadas con memoria, emoción y bienestar, revelando cambios neuronales que podrían impactar la salud mental. Según los investigadores, estos procesos ocurren incluso durante escuchas breves y controladas.
“Nuestra investigación evidencia que ciertos patrones musicales pueden detonar respuestas cognitivas profundas y altamente organizadas en el cerebro humano”, hace eco la UMAN de las voces que hicieron parte de estos estudios basados en trabajos previos retomados de la literatura neurocientífica internacional.

Un mapa cerebral que se transforma con la música
Los especialistas señalan que la música clásica estimula áreas relacionadas con evocación de recuerdos y funciones cognitivas esenciales, mostrando beneficios particulares en la memoria de corto plazo. Estos efectos ya habían sido mencionados en estudios previos sobre envejecimiento saludable y deterioro cognitivo.
“La música es sonido organizado y tiene potentes efectos emocionales que estimulan recuerdos, asociaciones y estados psicológicos altamente desarrollados con un claro impacto en nuestros sistemas de curación...”, afirmó Gaynor, uno de los investigadores mencionados por la UNAM.
El equipo universitario detalla que la activación cerebral ocurre mediante rutas neuronales asociadas a la atención y la percepción sensorial, lo que ayuda a consolidar experiencias emocionales. Según sus conclusiones, la música permitiría organizar señales vinculadas con memoria autobiográfica.
Los efectos emocionales y estados de ánimo
Los investigadores destacan que escuchar música clásica puede reducir ansiedad, estrés y síntomas depresivos gracias a la liberación de dopamina y serotonina en momentos clave. Este mecanismo genera sensaciones de bienestar emocional y equilibrio mental perceptibles en diversas pruebas.

Entre los hallazgos más relevantes, la UNAM resumió los beneficios detectados:
- Regulación del estado de ánimo en sesiones supervisadas.
- Reducción de marcadores de estrés en distintas edades.
- Incremento del bienestar emocional en periodos de escucha guiada.
- Mejora la función cognitiva.
- Mejora la memoria a corto plazo.
- Ayuda a evocar recuerdos autobiográficos en pacientes con Alzheimer.
- Reduce los síntomas de la depresión.
- Mejora el estado de ánimo.
- Libera dopamina y serotonina.
- Causa sensación de placer y bienestar emocional.
- Herramienta para mejorar la salud mental y cognitiva.
De acuerdo con la investigación, estos efectos son consistentes con modelos neurocientíficos internacionales que analizan la interacción entre música, emoción y salud mental, convirtiendo a la música clásica en una herramienta accesible para fortalecer el bienestar cognitivo.














