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Con el pasar del tiempo, los celulares se han ganado un rol protagónico en la vida del ser humano, al punto de que, hoy en día, los consideramos hasta casi una extensión de nosotros mismos.

Sin embargo, poco se habla de lo peligroso que puede resultar el uso excesivo de este aparato móvil, y la importancia de saber las consecuencias que esto puede tener en nuestra salud.

Por este motivo, te contamos a continuación qué le pasa a nuestro cerebro si no utilizamos nuestro celular por 72 horas.

Un estudio demostró qué sucede con nuestro cerebro si dejamos el celular por 72 horas

Investigadores de la Universidad de Heidelberg y la Universidad de Colonia, en Alemania, realizaron un reciente estudio que demostró que, con solo 72 horas sin usar un teléfono inteligente, la actividad del cerebro se ve significativamente alterada.

En el análisis participaron 25 adultos jóvenes, y se utilizaron escaneos por resonancia magnética (MRI) para observar cambios en los patrones neuronales, limitando el uso del celular únicamente a comunicaciones esenciales.

Finalizado el estudio, al mostrarles imágenes de estos dispositivos, la actividad cerebral de los participantes se asemejaba a la observada en casos de adicción a sustancias, especialmente en áreas vinculadas con la dopamina y la serotonina, neurotransmisores responsables del sistema de recompensa y del comportamiento compulsivo.

No obstante, esto sugirió que el uso tan frecuente del celular podría provocar respuestas cerebrales similares a las de graves adicciones, como la drogadicción y el alcoholismo.

Qué otras consecuencias provoca en nuestra salud

Bajo este contexto, es importante tener en cuenta que el uso excesivo del teléfono móvil puede impactar en nuestra salud mental de diferentes maneras:

  • Dificultades en la concentración y atención: La exposición constante a notificaciones y multitarea digital reduce la capacidad de concentración sostenida y afecta el rendimiento en tareas cognitivas.
  • Problemas de sueño: La luz azul de las pantallas interfiere con la producción de melatonina, dificultando conciliar el sueño y reduciendo su calidad.
  • Aumento del estrés y la ansiedad: La necesidad constante de revisar el celular y la presión de estar siempre conectado pueden generar ansiedad y sensación de agobio.
  • Impacto en la salud física: El uso prolongado del celular puede causar dolor en cuello, espalda y manos, además de fatiga ocular por la exposición continua a pantallas.
  • Deterioro de las relaciones interpersonales: El tiempo dedicado al celular puede reducir la calidad de la comunicación con otros, afectando la conexión emocional en relaciones personales.
  • Disminución del bienestar emocional: El contenido en redes sociales puede fomentar comparaciones dañinas, afectar la autoestima y, en algunos casos, inducir sentimientos de tristeza o aislamiento.