

A partir de septiembre de 2025, la Tarjeta del Bienestar sufrirá importantes cambios.
El Gobierno de México lanzará nuevos plásticos con el objetivo de asegurar que los recursos de los programas sociales lleguen de manera más segura, directa y sin intermediarios a quienes más los necesitan.
Esta actualización afectará principalmente a adultos mayores y a mujeres inscritas en los Programas del Bienestar, quienes deberán contar con la nueva tarjeta para poder recibir sus apoyos económicos.

Quiénes recibirán la tarjeta del Banco del Bienestar en septiembre 2025
Los beneficiarios que deberán recibir el nuevo plástico del Banco del Bienestar en esta etapa son:
Adultos mayores de 65 años que completaron su registro en junio de 2025.
Mujeres de 63 y 64 años registradas en el programa Mujeres Bienestar durante el mismo periodo.
Las entregas se realizarán en sedes comunitarias, con fechas específicas para cada localidad. Por ello, es fundamental que los beneficiarios estén atentos a los avisos locales.
Cómo funcionan los nuevos plásticos del Bienestar y sus beneficios
La nueva Tarjeta del Bienestar permitirá a los beneficiarios:
Retirar su pensión en cajeros automáticos del Banco del Bienestar.
Realizar compras en establecimientos que acepten el plástico, garantizando uso seguro y transparente.
Gestionar sus recursos de manera directa, sin necesidad de intermediarios.

Montos de los Programas del Bienestar y cómo reemplazar la tarjeta perdida
Los Programas del Bienestar continúan apoyando a los sectores más vulnerables con montos confirmados para septiembre 2025:
Pensión de las Personas Adultas Mayores: 6,200 pesos bimestrales.
Pensión Mujeres Bienestar: 3,000 pesos bimestrales.
Pensión para Personas con Discapacidad: 3,200 pesos bimestrales.
Apoyo a Madres Solteras y Trabajadoras: entre 1,650 y 3,720 pesos según el caso.
En caso de pérdida, robo o vencimiento de la tarjeta, los beneficiarios pueden acudir a cualquier sucursal del Banco del Bienestar o solicitar una visita domiciliaria para tramitar la reposición. De esta forma, los recursos permanecen protegidos, aunque el plástico no esté físicamente disponible.















