El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, anunció que su administración podría presentar una denuncia formal contra Adidas, luego de que la marca lanzara una línea de huaraches presuntamente inspirados en un diseño tradicional del estado.
La polémica surgió tras la presentación de un modelo en colaboración con el diseñador Willy Chavarría, que utiliza el nombre "Oaxaca" y un estilo asociado a la comunidad de Yalalag.
"Vamos a checar este tema que tú nos estás informando, si fuese así, pues vamos a tener que presentar una denuncia", declaró el mandatario en conferencia de prensa.
Señalan apropiación cultural por diseño tradicional sin consentimiento
De acuerdo con Jara Cruz, los huaraches presentados por Adidas tienen un estilo claramente vinculado a Yalalag, una comunidad zapoteca de Oaxaca reconocida por su tradición en la elaboración de calzado artesanal.
Además, señaló que el uso del nombre del estado y de un diseño originario sin consulta previa fue interpretado como un acto de apropiación cultural.
Quiénes son los Yalalag
Los Yalalag son habitantes de Villa Hidalgo Yalalag, una comunidad indígena zapoteca ubicada en la Sierra Norte de Oaxaca, México.
Esta comunidad es reconocida por su fuerte identidad cultural, su lengua zapoteca, sus tradiciones artesanales y, especialmente, por la elaboración dehuaraches (sandalias típicas) con diseños distintivos que forman parte de su patrimonio cultural.
Además del calzado, Yalalag es conocida por sus expresiones artísticas, como la joyería tradicional -en particular, las cruces de Yalalag-, su indumentaria típica, la música y las fiestas patronales, que conservan elementos prehispánicos y coloniales.
Llamado a las comunidades originarias para responder en conjunto
Ante esta situación, el gobierno estatal convocó a los pueblos originarios de Oaxaca, en especial a los de la región de Yalalag, para revisar de manera conjunta la posible demanda.
"Vamos a pedirle también a nuestros hermanos que trabajemos juntos para poder meterle una denuncia", enfatizó Jara Cruz, quien también cuestionó el origen del diseñador implicado, por no estar claro si tiene raíces oaxaqueñas.
La controversia reabre el debate sobre los derechos culturales de los pueblos indígenas frente a grandes corporaciones que comercializan su identidad sin compensación ni reconocimiento directo.