En esta noticia

A un mes del fallecimiento del papa Francisco, el nuevo Pontífice León XIV rompió el silencio con un emotivo testimonio que ahora recorre el mundo. En una entrevista a Vatican News, el cardenal Robert Prevost, ahora papa León XIV, compartió por primera vez su sentir sobre quien fuera su amigo, guía y referente espiritual, Jorge Mario Bergoglio.

"Siempre le he apreciado por su auténtico corazón cristiano, su generosidad, su caridad y su deseo de vivir esta dimensión del Evangelio hasta estos últimos días", expresó conmovido Santo Padre León XIV. Sus palabras revelan admiración, también un profundo lazo humano y espiritual entre dos hombres unidos por la fe y el servicio.

La amistad que Robert Prevost y Jorge Mario Bergoglio forjaron en la humildad y el Evangelio

León XIV recordó que conoció a Francisco cuando aún era arzobispo de Buenos Aires. En ese entonces, el actual Pontífice era Prior General de los agustinos y coincidió con Bergoglio en diversas ocasiones, de hecho, hay fotos juntos de sus encuentros eucarísticos: "Siempre tuve la impresión de un hombre que quería vivir el Evangelio con autenticidad, con coherencia", dijo.

Su admiración creció al ver cómo, incluso al ser elegido Papa, Francisco conservaba esa cercanía cálida: "Cuando llegó a la sacristía, me reconoció inmediatamente y empezamos a hablar".

Recordó también con ternura el gesto de Francisco al aceptar, con humildad y sorpresa, presidir la misa de apertura del Capítulo General agustino en Roma. "Nos dejó muchos ejemplos así; en su hermosa humanidad, quiso vivir el Evangelio y transmitir el Evangelio".

El legado de Francisco: una Iglesia alegre, reformada y con los pobres

Para León XIV, Francisco encarnó la alegría del Evangelio: "Nos hace recordar lo que repetimos en este tiempo pascual: vivir la alegría de la fe, de reconocer a Jesucristo". Resaltó también su incansable compromiso con los más vulnerables: "Una Iglesia pobre, que camine con los pobres, que sirva a los pobres".

Sobre su herencia, dijo con humildad: "Yo, al menos, necesitaré mucho tiempo para apreciar, para comprender verdaderamente, lo que el Papa me ha dejado a mí, a la Iglesia y al mundo".

El papa León XIV concluyó para ese momento en su entrivsita con una imagen poderosa, indicó Vatican News: "Este periodo de pérdida debe ser vivido como el Sábado Santo, aunque ya hayamos celebrado la Resurrección de Cristo". Un llamado a la esperanza, al silencio y a la gratitud.