Mientras Chile avanza con la aprobación de la vacuna de Pfizer y BioNTech, en Brasil el ministro de Salud, Eduardo Pazuello, dijo que las vacunas de la Universidad de Oxford-AstraZeneca y la china Sinovac, podrían comenzar a aplicarse a mediados de febrero, dependiendo del avance de los procesos regulatorios.

"Posiblemente a mediados de febrero en adelante, podamos tener estas vacunas recibidas y registradas para iniciar el plan", afirmó Pazuello. La falta de una fecha fija para que comiencen las vacunas en Brasil se ha convertido en un problema para el presidente Jair Bolsonaro, en momentos en que otras naciones comienzan a inmunizar a sus poblaciones.

Se espera que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) comience a analizar los datos de las dos vacunas –Brasil participa de una prueba mundial de la vacuna de Oxford AstraZeneza, mientras que el Instituto Butantan de San Pablo tiene un acuerdo de producción con Sinovac– en enero.

Bolsonaro ha puesto en duda repetidamente la vacuna china, lo que ha generado dudas sobre si recibirá una revisión justa por parte de Anvisa. El gobernador de Sao Paulo, Joao Doria –visto como uno de los rivales más fuertes del mandatario en las elecciones de 2022–, ratificó que su estado comenzará a inocular a los residentes con la vacuna Sinovac el 25 de enero, lo que generará tensiones con el gobierno federal.

Aficionado a las declaraciones polémicas, ayer Bolsonaro volvió a negar la gravedad del virus y afirmó que no se aplicara la vacuna contra el coronavirus. "Desde el inicio siempre he dicho que este virus es como la lluvia, le va a caer a todo el mundo. Y otra cosa, quien tome la vacuna, en dos, tres, cuatro años, va a tener que tomarla otra vez, en caso contrario volverá a estar contagiado", afirmó.

En declaraciones a la cadena Band TV, el presidente dijo: "No voy a tomar la vacuna. Si alguien cree que mi vida está en peligro es mi problema y punto final" y agregó que: “Hay que respetar a quien no quiera tomarla. No puede ser obligatorio .

Sin embargo, este miércoles, Bolsonaro dijo que su gobierno firmaría un plan de 20.000 millones de reales (u$s 3930 millones) para comprar cualquier vacuna que obtenga la aprobación regulatoria.

Pazuello dijo que la credibilidad de Anvisa no debería cuestionarse, ya que la agencia está realizando trabajos de análisis técnicos en servicio de todos los brasileños. Añadió que la logística no sería un problema porque las aerolíneas y empresas de transporte terrestre han ofrecido servicios gratuitos para distribuir las vacunas contra el Covid-19.

Más de 180.000 personas han muerto por Covid-19 en Brasil, que tiene el segundo brote más letal del mundo detrás de Estados Unidos. Después de un mes en declive, el virus ha vuelto a hacer estragos en los últimos días, con nuevos casos y muertes aumentando drásticamente.