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En una medida que recrudece la guerra comercial con China, el presidente estadounidense Donald Trump aumentó este miércoles a 125% los aranceles a las productos del gigante asiático.
Además, el republicano anunció la suspensión por 90 días de las tarifas recíprocas que le impuso a más de 75 países del mundo.
Pese a algunas primeras especulaciones, y a la relación "cercana" entre ambas administraciones, la Argentina no se encontraría en la lista de "beneficiados".
El secretario del Tesoro, Scott Bessent indicó que naciones como Brasil y "otros países de América Latina", afectados por la nueva tasa base del 10 %, mantendrán ese nivel arancelario durante los próximos 90 días.
"Debido a la falta de respeto que China ha mostrado hacia los mercados mundiales, por la presente aumento el arancel que Estados Unidos le impone a China al 125%, con efecto inmediato. En algún momento, ojalá en un futuro próximo, China comprenderá que estafar a EE. UU. y a otros países ya no es sostenible ni aceptable", escribió el magnate en sus redes sociales, redoblando la apuesta.
Por otro lado, Trump señaló que tras el llamado de más de 75 países abiertos a negociar, ordenó una pausa de 90 días a la implementación de aranceles para dichas naciones.
"Estos países no han tomado represalias de ninguna manera contra Estados Unidos, a instancias mías, he autorizado una PAUSA de 90 días y una reducción sustancial del arancel recíproco durante este período, del 10%, también con efecto inmediato", remarcó.
Además, frente a a la prensa, argumentó su marcha atrás: "La gente se estaba pasando un poco de la raya. Se estaban poniendo un poco sobrexcitados, tenían miedo".
Trump se mofó el miércoles por la noche de las decenas de países que se habían contactado con la Casa Blanca para buscar una solución.
"Estos países nos están llamando. Me están besando el trasero. Se mueren por llegar a un acuerdo", dijo ante el Comité Republicano.
Horas antes, el Gobierno chino aseguró que tiene "una voluntad firme" y "recursos abundantes" para responder "con determinación" si Estados Unidos insiste en "intensificar aún más sus medidas restrictivas económicas y comerciales".
Pekín también acusó hoy a Estados Unidos, durante una reunión en la Organización Mundial del Comercio, de violar las normas comerciales internacionales y de debilitar el sistema multilateral de comercio con sus llamados aranceles recíprocos.
Mientras tanto, los mercados reaccionaron positivamente al anuncio. Wall Street mostró subidas de entre el 6 y el 8 %.
En tanto, el índice tecnológico Nasdaq se disparaba un 8,69 %, el S&P un 7,10 % y el Dow Jones un 6,33 %.
Por sectores, las mayores ganancias se registraban en los valores tecnológicos (9 %), de bienes no esenciales (8 %), industriales (6 %) y de materiales básicos (5,8 %), precisamente los más perjudicados desde la entrada en vigor de los aranceles.
Los primeros países que negociarán con Estados Unidos
El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, señaló que Japón, , Corea del Sur, Vietnam e India serán las primeras naciones con las que se entablarán negociaciones para suavizar las reglas comerciales.
"Se necesita mucho coraje, muchísimo coraje, para mantener el rumbo hasta este momento", destacó Bessent en declaraciones a la prensa minutos después de que Trump anunciara la pausa arancelaria y el aumento en el caso de China.
El funcionario añadió que todo forma parte de un "plan maestro" del magnate para forzar a todos los actores a sentarse a conversar.
"Nadie en el mundo crea influencia a su favor como el presidente Trump", celebró Bessent.
La OMC advierte por la disputa entre EE.UU. y China: el PBI mundial podría caer casi un 7 %.
Desde la OMC alertaron por la escalada de tensión entre Washington y Beijing. "Nuestras proyecciones preliminares sugieren que el comercio de mercancías entre ambas economías podría disminuir hasta en un 80%", indicaron.
"Este enfoque de ojo por ojo entre las dos economías más grandes del mundo, que juntas representan aproximadamente el 3% del comercio mundial, conlleva implicaciones más amplias que podrían perjudicar gravemente las perspectivas económicas mundiales. Nuestras evaluaciones, basadas en los últimos acontecimientos, destacan los riesgos sustanciales asociados a una mayor escalada", agregaron
En ese sentido, afirmaron que los efectos macroeconómicos negativos no se limitarán a Estados Unidos y China, sino que se extenderán a otras economías, especialmente a las de los países menos desarrollados.
"Preocupa especialmente la posible fragmentación del comercio mundial según criterios geopolíticos. Una división de la economía mundial en dos bloques podría provocar una reducción a largo plazo del PIB real mundial de casi un 7 %", apuntó Ngozi Okonjo-Iweala, Directora General de la OMC.
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