Estados Unidos fue nuevamente escenario de un tiroteo masivo e indiscriminado con muertos y heridos. La policía de San Bernardino, una ciudad de California de más de 200.000 habitantes situada a unos 100 kilómetros de Los Ángeles, confirmó que "entre uno y tres atacantes" irrumpieron "con armas largas" en las instalaciones de un centro de atención a discapacitados en esa ciudad y abrieron fuego. En el edificio había cientos de personas al momento de los ataques. Hasta el momento, se confirmaron 14 muertos y 14 heridos, aunque la policía aclaró que se trata de "cifras preliminares".
Los sospechosos del tiroteo al parecer escaparon en un vehículo de color oscuro.
Tanto la policía como el FBI afirmaron que hasta el momento no cuentan con información para afirmar que se trate de una acción terrorista ni conocen cuál es la motivación del incidente.
El presidente estadounidense, Barack Obama, fue informado de inmediato y la aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, condenó los hechos en Twitter: "Me niego a aceptar que esto es normal. Debemos tomar acciones ya para frenar la violencia derivada de las armas de fuego", afirmó.
Según el sitio "Guns are Cool" se produjeron en Estados Unidos un total de 354 hechos de tiroteos masivos hasta la fecha en 2015 (sin contar el de ayer) con 456 muertos, cifra similar a los 365 ocurridos en 2013 y 336 de 2014, lo que lleva la estadística a un promedio de un tiroteo por día. EE.UU. ostenta además el récord de muertes por arma de fuego de los países avanzados. Entre 2004 y 2013 fallecieron así 316.545 personas, según datos del Centro de Prevención de Enfermedades (CDC).