El autor material del atentado en la Rambla de Barcelona, que dejó 14 víctimas mortales, 100 heridos y fue asumido por la agrupación yihadista Isis, murió ayer a manos de la policía catalana, horas después de que las fuerzas de seguridad difundieran fotografías del sospechoso en las redes sociales. La gente colaboró de inmediato, enviando datos del paradero de Younes Abouyaaqoub, de 22 años, y así fue que los Mossos dEsquadra pudo hallarlo entre las localidades barcelonesas de Subirats y Sant Sadurní dAnoia, entre unos viñedos.
Cuando la patrulla sorprendió a Abouyaaqoub, éste gritó "Alá es grande", se abrió la camisa, mostrando un cinturón con explosivos que luego resultaron ser simulados y los policías abrieron fuego. El terrorista llevaba varios cuchillos y puñales, estaba solo y su identidad se comprobó al cotejar sus huellas dactilares con las recogidas en la furgoneta del atentado.
La policía catalana indicó que no hay indicios de que la célula terrorista cuente con más miembros, mientras en Marruecos fue detenida una persona vinculada a esta célula que según fuentes de la lucha antiterrorista carecía de formación militar.
Aparte, y mediante análisis de ADN, la policía también confirmó que el imán sospechado de haber radicalizado a éste y a los otros jóvenes de la célula terrorista falleció el miércoles pasado en la casa de Alcanar, donde almacenaban numerosos explosivos, que detonaron antes de que los pudieran usar para atentados.
El imán Abdelbaki Es Satty es uno de los dos terroristas que murieron al registrarse una explosión en esa vivienda. Su furgonta fue encontrada cerca de Alcanar. El clérigo cumplió una condena de cárcel por narcotráfico y tuvo relación con un implicado en investigaciones sobre los atentados de Madrid de 2004, en los que murieron 192 personas.