Crece la tensión en España luego de que el presidente del gobierno de Cataluña, Carles Puigdemont, anunciara que no participaría de la reunión programada para hoy en el Senado donde se discutirá la intervención de la región autonómica. El dirigente catalán irá, en cambio, al "Parlament" a tratar con los legisladores locales los pasos a seguir si se produjera la aplicación del "artículo 155" de la Constitución que habilita la separación del gobierno regional y la convocatoria a nuevas elecciones en un plazo máximo de seis meses. Entre las decisiones que podrían tomar, y que es impulsada por los sectores más radicales del ejecutivo regional, está la de declaración de la independencia.
La decisión de Puigdemont fue interpretada como otra puerta cerrada a una salida negociada a la crisis. "Está claro que el señor Puigdemont no quiere dialogar", señaló el portavoz del gobierno central, Íñigo Méndez de Vigo.
Los socialistas del PSOE, en cambio, consideraron que si Puigdemont convoca elecciones y vuelve a la legalidad, no hará falta el avance del poder central.
Sin embargo, desde el derechista Partido Popular (PP) de Rajoy creen que ya es demasiado tarde y que la convocatoia a elecciones es sólo una treta para evitar el artículo 155.
Rajoy, entre tanto, aclaró que la intervención es la "única respuesta posible ante la posición de las instituciones catalanas". "Cumplo con mi obligación y lo hago ante el desprecio a nuestras leyes, a la Constitución y a los millones de ciudadanos de Cataluña que ven que su gobierno ha liquidado la ley", agregó.
Si Puigdemont proclama la independencia, se arriesga a ser detenido y acusado de rebelión, delito castigado con hasta 30 años de prisión.
Tampoco es seguro que el gobierno vaya a ser capaz de asumir el control de las instituciones catalanas sin mayor inconveniente. Parte de los funcionarios podrían negarse a reconocer la autoridad de Madrid, por ejemplo.
Habrá que esperar además para conocer el alcance de la respuesta en la calle, con varias concentraciones convocadas ya tanto por sectores independentistas como contrarios a la secesión.
La Asamblea Nacional Catalana (ANC), una de las dos grandes entidades independentistas, convocó ya una concentración ante el "Parlament" el viernes al mediodía para dar la bienvenida a la nueva "república".
"Es el momento óptimo para declarar la república catalana, y esto es lo que haremos en el Pleno del Parlamento", dijo Antoni Castellà, diputado de Junts pel Sí de Barcelona.
Castellà subrayó que "la determinación es cumplir con el mandato del 1 de octubre, y para llevarlo a cabo no hay atajos posibles ni tampoco elecciones anticipadas".