En represalia por los aranceles estadounidenses al acero (25%) y aluminio (10%), que desde mayo rigen para Canadá (entre otros países) y al que le representan unos u$s 12.800 millones, el gobierno en Ottawa comenzó ayer a imponer tarifas a productos estadounidenses por un valor equiparable.

Algunos de esos bienes estadounidenses, en su mayoría de acero y hierro, enfrentan aranceles de 25% mientras productos como el ketchup y la pizza tienen un 10% de arancel

Además, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, afirmó que la amenaza del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles a las exportaciones canadienses de automóviles, "es preocupante". "Considerar las exportaciones canadienses de automóviles una amenaza a la seguridad nacional (de EE.UU.) no tiene realmente sentido.

Pero seguimos trabajando mucho en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan)", afirmó.

Sin embargo, Trump quiere esperar hasta después de los comicios legislativos de noviembre en su país para firmar el acuerdo. "El Tlcan lo podría firmar ahora mismo, pero no estoy contento con él. Quiero esperar hasta después de las elecciones", dijo.

"Tengo la sensación de que (la renegociación del TLCAN) va a salir bien. Si no sale bien, voy a poner impuestos a sus automóviles que entren en Estados Unidos", advirtió Trump.