El grupo de las seis potencias logró finalmente un acuerdo con el Estado Islámico de Irán para impedirle el desarrollo de armamento nuclear. Luego de más de una década de negociaciones se logró un pacto que podría transformar la geopolítica de Medio Oriente.


El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, elogió el acuerdo como un paso hacia un "mundo más esperanzador" y su par iraní dijo que éste había probado que un "compromiso constructivo funciona".
El resultado de las reuniones, sin embargo, no convenció al Estado de Israel que ya anunció que hará lo posible para desactivar la decisión que calificó de "rendición histórica".


El acuerdo ahora será debatido en el Congreso de Estados Unidos, pero Obama dijo que vetaría cualquier medida que intente bloquearlo. Con la firma del convenio las sanciones impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y Naciones Unidas serán levantadas a cambio de que Irán acepte reducciones de largo plazo de su programa nuclear, que Occidente sospechaba que tenía como objetivo crear una bomba atómica.


El acuerdo es una gran victoria tanto para Obama, que ha prometido tender lazos con enemigos históricos, como para su par iraní, Hassan Rouhani, un líder pragmático elegido hace dos años bajo la promesa de reducir el aislamiento diplomático del país de casi 80 millones de habitantes.


El presidente de Irán presentó el acuerdo como un paso hacia un objetivo mayor de cooperación internacional. "Con esta crisis innecesaria resuelta, nuevos horizontes emergen con el enfoque de desafíos compartidos", dijo en Twitter.


Para Obama, la diplomacia con Irán se ubica al nivel de la normalización de las relaciones con Cuba como hitos en un legado de reconciliación con enemigos que atormentaron a sus antecesores durante décadas. "La historia muestra que Estados Unidos debe liderar no sólo con su poderío sino con principios", dijo Obama. "El anuncio de hoy marca un nuevo capítulo en nuestra búsqueda de un mundo más seguro y más y más esperanzador", agregó.


En Washington, los republicanos criticaron duramente el acuerdo y sugirieron que podrían reintroducir las sanciones si llega a la Casa Blanca en 2016. En tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó al acuerdo como "un error de proporciones históricas".


"Irán obtendrá una lotería, una bonanza en dinero de cientos de miles de millones de dólares, que le permitirán seguir con su agresión y terror en la región y el mundo", sostuvo y vaticinó que "Irán va a recibir un camino seguro a las armas nucleares".