Las lluvias no dan tregua en Brasil y el número de muertos y víctimas no deja de aumentar en la región montañosa cerca de Río de Janeiro

Las autoridades brasileñas indicaron que la cifra de muertos por las inundaciones llegó a 806 personas, mientras los equipos de rescate aún buscan en el barro a cientos de desaparecidos. Por otro lado, más de 20.000 personas fueron forzadas a dejar sus viviendas o perdieron su hogar en el área, según un comunicado del gobierno de Brasil.

La situación se complicó aún más cuando la semana pasada, laderas completas colapsaron en la región de Serrana, unos 97 kilómetros al norte de Río, luego de que el equivalente de un mes de lluvia cayera en sólo 24 horas. Las avalanchas de barro y agua arrasaron principalmente con comunidades pobres.

Otra consecuencia de las fuertes lluvias son los brotes de enfermedades. Alexandre Padilha, ministro de Salud de Brasil, visitó el sábado la ciudad más afectada, Nova Friburgo, y las autoridades sanitarias advirtieron sobre los peligrosos contactos con el agua contaminada del río.