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La Torre de Pisa es uno de los íconos turísticos más visitados de Italia y su inclinación hace que sea una construcción casi única en mundo. Sin embargo, esta pieza histórica guarda una infinidad de secretos en sus muros y se conoció cuál fue el verdadero origen de esta maravilla arquitectónica.
Revelaron el secreto mejor guardado de la Torre de Pisa
La construcción de la Torre dePisa comenzó en el año 1173 y en 1178 se hizo hasta la tercera planta. Luego, la obra fue paralizada por la debilitación en los cimientos del terreno, lo cual le otorgó la inclinación tan característica.
Recién un siglo después se finalizó con la Torre Pisa gracias a la intervención de Tommasso di Andrea Pisano. Sin embargo, la estructura que tiene una inclinación de 4 grados, tuvo diferentes funciones desde que fue creada y existe una en particular que es muy poco conocida.
El secreto oculto en la Torre de Pisa
En tiempos medievales en los que los ataques de los ejércitos eran una constante, la Torre de Pisa sirvió como lugar de vigilancia para la región toscana.
Además, fue utilizada como faro por la cercanía con el Río Arno y con la costa de Gombo, situada a 13 kilómetros de la Torre de Pisa. Por su altitud, permitía ser una guía para las embarcaciones que llegaban a los puertos cercanos, permitiéndole a la ciudad convertirse en un punto de distribución de mercadería fundamental para la época.
Detrás de la maravilla arquitectónica de 8 plantas y de 300 escalones que conforman a la Torre de Pisa, se oculta una tradición de índole militar, comercial, marítima y que hoy en día es uno de los símbolos más atrapantes de toda Italia.
¿Por qué la Torre de Pisa no puede caerse pese a su inclinación?
La inclinación de la Torre de Pisa es una de las construcciones más atrapantes visualmente que hay en el mundo y su particular forma circular con galerías internas y hacen que este campanario sea una auténtica perla.
Tras diferentes intentos para enderezar la estructura y evitar que los cimientos continúen proyectando una inclinación, se realizó una obra entre 1990 y 2001 para generar una contención y evitar este inconveniente.
Para eso, la obra contó con una gigantesca excavación terrestre hasta el subsuelo de la Torre de Pisa y se colocaron contrapesos de plomo en ejes para detener su inclinación.
Además, se colocaron anclajes y cables de acero tensados con bloques de plomo para evitar que el movimiento se propague y esto fue todo un éxito. La obra que demandó poco más de 10 años evitó que la inclinación se vuelva constante y no solo que se redujo, sino que la paralizó por completo.
