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A través del telescopio ALMA, un proyecto internacional entre Europa, Norteamérica y Asia del Este, un equipo de astrónomos de la Universidad de Nagoya registró una zona de muerte estelar en una nebulosa circundante ubicada en una galaxia a 13.000 millones de años luz.

Yoichi Tamura, director del equipo de investigación, aseguró que la importancia de este descubrimiento radica en que permite observar las estructuras lejanas del universo de forma nítida y exacta.

Para observar en alta resolución el cúmulo MACS0416-Y1,los investigadores utilizaron el Atacama Large Milimeter/Submilimeter Array (ALMA). Los resultados obtenidos fueron publicados en Astrophysical Journal.

Cómo fue el descubrimiento de las "tumbas estelares" a través del telescopio ALMA

Gracias a la tecnología del telescopio ALMA, el equipo logró ver con nitidez el cumulo denominado MACSO416-Y1. Los resultados mostraron que las regiones que presentaban polvo y oxígeno estaban relacionadas, pero evitándose entre sí. Esto sugiere un proceso en que las estrellas recién formadas dentro de las nebulosas ionizan el gas circundante.

Se determinó que el gas en el interior de las nebulosas está en un estado turbulento, en el que alcanza velocidades de desplazamiento de hasta 200.000 kilómetros por hora.

"En condiciones tan turbulentas, es probable que las estrellas formen enormes cúmulos", señaló Tamura.

Para Takuya Hashimoto, investigador de la Universidad de Tsukuba, el telescopio ALMA "equivale a captar desde Tokio la luz extremadamente débil emitida por dos luciérnagas separadas por tres centímetros de distancia en la cima del monto Fuji y ser capaces de distinguir cada una".

Además, anticipó que en el futuro "se puede obtener información más detalladas mediante observaciones de otros cúmulos de estrellas, utilizando instrumentos como el Telescopio Espacial James Webb".

¿Qué es el telescopio ALMA?

El Atacama Large Milimeter/submillimeter Array (ALMA), una asociación internacional entre Europa, Norteamérica y Asia del Este, es el mayor proyecto astronómico de los últimos años. Este interferómeno incluye sesenta antenas de entre siete y doce milímetros de diámetro destinados a observar longitudes de ondas milimétricas y submilimétricas.

Los expertos estiman que ALMA permitirá vislumbrar la formación de estrellas en los albores del universo y obtener imágenes nítidas de estrellas y planetas en proceso de nacimiento.