Un reciente estudio de la Universidad de Columbia pone en duda la teoría más conocida sobre la extinción de los dinosaurios. La investigación asegura que, mucho antes del impacto del asteroide del Cretácico, los dinosaurios ya habían enfrentado un evento climático devastador: un invierno volcánico que cambió para siempre la historia de la Tierra.
La Escuela de Clima de Columbia publicó un trabajo que reaviva el debate sobre cómo se extinguieron los dinosaurios.
Según sus hallazgos, la desaparición de muchas especies durante el período Triásico se debió a una intensa actividad volcánica, desencadenada por la fragmentación de Pangea, el supercontinente que dominaba el planeta hace más de 200 millones de años.
¿Qué fue el invierno volcánico y cómo afectó a los dinosaurios?
El fenómeno conocido como invierno volcánico ocurrió cuando las erupciones masivas liberaron dióxido de azufre, que al combinarse con el vapor de agua formó ácido sulfúrico.
Este ácido generó aerosoles de sulfato en la atmósfera que bloquearon la luz solar y provocaron un enfriamiento global que duró casi un siglo.
Las consecuencias fueron drásticas: se estima que se extinguió el 25 % de las especies terrestres y hasta el 50 % de las marinas. Esta disminución de la biodiversidad fue un golpe letal para muchos dinosaurios tempranos, mucho antes del famoso impacto del asteroide en el Cretácico.
¿Fue el asteroide el único culpable?
Aunque el impacto del asteroide hace 66 millones de años sigue siendo una de las principales causas de la extinción masiva del Cretácico, este nuevo estudio demuestra que hubo más de un evento catastrófico que marcó la desaparición de los dinosaurios.
Según los investigadores, la actividad volcánica también afectó gravemente a la vegetación, alterando los ecosistemas y reduciendo los recursos alimenticios disponibles. Además, el cambio climático y la separación de Pangea contribuyeron a un entorno cada vez más hostil para la supervivencia de estas especies.