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En el corazón de Baviera, Alemania, se encuentra una ciudad medieval que parece haber salido de un cuento de fantasía. Nördlingen es un pequeño poblado cuyos muros y edificios esconden un secreto geológico extraordinario, ya que fueron construidos con 72.000 toneladas de diamantes ocultos.

El meteorito que dio inicio a todo

La historia de Nördlingen comienza mucho antes de la llegada de sus primeros habitantes. Hace unos 15 millones de años, un asteroide cayó con gran fuerza en lo que hoy es Baviera. El impacto creó una enorme depresión conocida como el cráter Nördlinger Ries.

Fuente: ShutterstockShutterstock

El evento fue tan violento que generó presiones extremas que transformaron el grafito del subsuelo en millones de microdiamantes dispersos dentro de rocas llamadas suevitas. Durante siglos, los residentes de Nördlingen desconocían el origen del cráter. Fue en la década de 1960 cuando un grupo de geólogos confirmaron que se trataba del impacto de un meteorito.

Cuándo llegaron los primeros habitantes y comenzaron a excavar y construir la ciudad, utilizaron la suevita como material de construcción sin saber que contenía diamantes. Las piedras con las que se erigió la ciudad guardan cerca de 72.000 toneladas de microdiamantes, aunque ninguno es visible a simpe vista.

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Una ciudad llena de historia y ciencia

La ciudad fue fundada alrededor del año 898 después de Cristo y aún conserva sus murallas medievales. La metrópolis es una rareza arquitectónica en Europa y cuenta con un centro histórico lleno de iglesias, plazas y edificaciones de estilo gótico.

En el centro se encuentra la icónica iglesia San Jorge, la cual destaca por su torre “Daniel”. Se pueden subir las escalinatas y disfrutar de vistas panorámicas del cráter. En la misma línea, cuentan con el Museo RiesKrater, el cual invita a profundizar en la historia geológica mediante la exposición de fragmentos de meteoritos, rocas de impacto y hasta una pieza lunar traída por astronautas del programa Apollo.