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Según datos recientes de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), los infartos representan más del 30% de las muertes anuales por causas definidas. Se trata de una emergencia médica crítica, pero en muchos casos, los primeros síntomas aparecen días antes del evento agudo.

Por eso, reconocer los signos tempranos y modificar ciertos hábitos es esencial para evitar una enfermedad cardíaca o reducir sus consecuencias.

El primer síntoma de infarto: atención al dolor en el pecho

Uno de los signos más tempranos y característicos del infarto es una sensación de opresión en el pecho. Muchos pacientes lo describen como si tuvieran un objeto muy pesado presionando el tórax, impidiendo respirar con normalidad o descansar.

Este tipo de dolor no mejora con el movimiento ni al cambiar de posición y suele extenderse durante varios minutos, con variaciones en la intensidad. En algunos casos, también puede anticiparse días antes, con molestias torácicas más leves, especialmente al realizar esfuerzo físico.

Si bien puede variar entre personas, este dolor es el síntoma más frecuente en los infartos agudos de miocardio y exige atención médica inmediata.

¿Qué es un infarto y por qué ocurre?

El infarto se produce cuando una arteria coronaria se bloquea, impidiendo que el oxígeno llegue correctamente al músculo cardíaco. Al no recibir nutrientes, una parte del corazón empieza a morir. Esto puede generar consecuencias graves e incluso la muerte si no se trata rápidamente.

Entre los factores que aumentan el riesgo están la hipertensión, el colesterol elevado, el tabaquismo, el sedentarismo y una alimentación poco saludable.

Siete hábitos clave para prevenir un infarto

El neurocirujano Matías Baldoncini y otros expertos en salud coinciden en que adoptar hábitos saludables de forma sostenida puede reducir significativamente el riesgo cardiovascular. Entre las rutinas más eficaces se destacan:

  1. Controlar la presión arterial

  2. Mantener niveles normales de colesterol

  3. Evitar picos de azúcar en sangre

  4. Hacer ejercicio regularmente

  5. Seguir una alimentación balanceada

  6. Mantener un peso saludable

  7. Eliminar el consumo de tabaco

Estos factores fueron evaluados en un estudio realizado sobre adultos mayores, donde se comprobó que la combinación de estos hábitos mejora la calidad de vida y reduce los eventos cardiovasculares.

El infarto no siempre llega de forma repentina. Muchas veces el cuerpo avisa con señales previas, especialmente a través del dolor en el pecho. Estar atentos a estos síntomas y llevar una vida saludable es la mejor forma de prevenir complicaciones graves y cuidar la salud del corazón.