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Unnuevo océano está gestándose bajo el suelo del este africano, según reveló un reciente estudio liderado por la Universidad de Southampton y publicado en Nature Geoscience.
En el corazón de la región de Afar, en el Cuerno de África, los científicos lo identificaron como un fenómeno geológico sin precedentes: el manto terrestre bajo la corteza no solo fluye, sino que pulsa rítmicamente, como si la Tierra misma tuviera un latido.
Este proceso, que ocurre milímetro a milímetro, pero de forma constante, está partiendo el continente africano desde sus entrañas. Con el tiempo, esta fractura podría derivar en la separación total de Somalia y parte de Etiopía del resto del continente, creando así una nueva cuenca oceánica entre ellas.
Un "latido" que fragmenta continentes
A través del análisis geoquímico de más de 130 muestras de roca volcánica recolectadas en el valle del Rift y Afar, los investigadores descubrieron que el manto no es uniforme ni estable. En cambio, pulsa, y estos pulsos llevan una firma química única, revelando que el proceso de ruptura continental ocurre en oleadas, no de forma continua.
Este hallazgo modifica la comprensión tradicional de cómo se separan los continentes. En zonas donde las placas tectónicas se alejan a mayor velocidad, como el mar Rojo, los pulsos se desplazan más eficientemente, generando mayor actividad volcánica y sísmica.
Afar: el laboratorio natural de la tectónica
La región de Afar es uno de los pocos lugares del mundo donde tres grandes placas tectónicas se están separando: la del mar Rojo, la del golfo de Adén y la del rift etíope. Esta triple fractura convierte a Afar en un laboratorio natural ideal para estudiar la dinámica de la Tierra desde su interior.
Las observaciones en terreno, reforzadas con tecnología como drones y sensores sísmicos, documentan grietas activas, flujos de lava recientes y hundimientos de grandes depresiones. Todo esto indica que la corteza terrestre allí ya está en proceso de desgarramiento.
Un código de barras geológico
Una de las revelaciones más sorprendentes del estudio es que el magma bajo Afar presenta bandas químicas que los científicos comparan con un "código de barras geológico".
Estas franjas, compuestas por elementos como los lantánidos y el hafnio, permiten rastrear los ciclos de pulsos del manto y vincularlos con eventos volcánicos ocurridos en los últimos cinco millones de años.
La gestación de un océano
Aunque se trata de un proceso que podría tardar cientos de miles de años en completarse, los científicos aseguran que este será el primer océano cuya formación será completamente documentada por la humanidad.
El mar Rojo y el golfo de Adén terminarán por expandirse tierra adentro, sumergiendo lentamente parte del Cuerno de África bajo el agua.
El estudio también advierte que las zonas con mayor actividad del "latido geológico" coinciden con áreas más propensas a terremotos y erupciones. De ahí que este fenómeno no solo tenga relevancia científica, sino también implicancias para la seguridad de las poblaciones locales.