Un equipo internacional de arqueólogos resolvió uno de los misterios más antiguos de Armenia: las enigmáticas "piedras de dragón", talladas hace más de 6.000 años y consideradas durante décadas simples monumentos rituales.
El estudio, publicado en la revista científica npj Heritage Science, reveló que estos monumentos megalíticos cumplían un papel esencial en la vida agrícola de las comunidades prehistóricas. Eran marcadores de agua y símbolos sagrados en rituales vinculados a la fertilidad y la naturaleza.
¿Qué son las misteriosas "piedras de dragón"?
Las llamadas vishaps, nombre que en armenio significa "dragón", son 115 monólitos tallados en andesita y basalto, ubicados en zonas montañosas de Armenia a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar.
Algunas de estas estructuras presentan grabados de peces, pieles de animales y figuras serpentinas, lo que alimentó teorías mitológicas durante más de un siglo. Sin embargo, los nuevos hallazgos indican que no eran simples esculturas, sino marcadores naturales de agua.
¿Qué función cumplían hace más de 6.000 años?
Los arqueólogos determinaron que las piedras estaban enterradas parcialmente y orientadas hacia nacientes, ríos o canales naturales. Esto sugiere que los vishaps servían como indicadores de fuentes de agua y puntos de rituales agrícolas dedicados a la fertilidad y la prosperidad del suelo.
"El agua tenía un papel sagrado. Estas piedras representaban la conexión entre la tierra, los cultivos y la vida misma", explicaron los investigadores de la Universidad Estatal de Ereván.
De esta manera, las "piedras de dragón" reflejaban la visión espiritual y científica de las antiguas comunidades, que entendían el agua como una fuerza divina y fuente de supervivencia.
¿Cómo se descubrió su verdadero origen?
Durante más de 100 años, la antigüedad de los vishaps fue un enigma. Pero el equipo científico aplicó análisis de radiocarbono sobre 46 muestras tomadas del sitio arqueológico de Tirinkatar, en el Monte Aragats, logrando una datación precisa: entre los años 4.200 y 4.000 a.C.
Esto confirma que las "piedras de dragón" pertenecen a una de las civilizaciones agrícolas más antiguas del planeta, contemporánea a los primeros templos de Mesopotamia y Anatolia.
¿Por qué este hallazgo es tan importante para la arqueología?
El descubrimiento cambia por completo la interpretación de estos monumentos y revaloriza la cultura prehistórica de Armenia. Según el equipo, los vishaps representan una red sagrada de conocimiento hidráulico y un testimonio del esfuerzo colectivo de sociedades que comprendían su entorno con sorprendente precisión.
Los investigadores comparan su significado con el de otros sitios de culto en altura, donde el agua, la fertilidad y la naturaleza eran el centro de la vida espiritual.
¿Qué simbolizan hoy las "piedras de dragón"?
Más de seis milenios después, los vishaps siguen siendo símbolos de equilibrio entre el hombre y la naturaleza. Para Armenia, representan una herencia espiritual y científica única, que combina arte, ingeniería y religión en una sola estructura.
El hallazgo confirma que, mucho antes de las grandes civilizaciones urbanas, los pueblos antiguos ya entendían que el agua era el verdadero origen de la vida.