En el corazón de una de las ciudades más pobladas del mundo, un viaje en subte se convirtió en una experiencia sorprendente. Para llegar al andén, los pasajeros deben descender más de 100 metros bajo tierra, atravesando una secuencia de escaleras mecánicas infinitas.
El recorrido puede durar entre 7 y 8 minutos, tiempo suficiente para dimensionar la magnitud de una obra que redefine los límites de la ingeniería moderna.
La estación de subte más profunda de la Tierra
La protagonista de este récord es Hongyancun, una estación de la línea 9 del metro de Chongqing, en China, reconocida por el portal World Atlas como la más profunda del mundo.
Inaugurada en 2022, su construcción no solo representó un reto técnico, sino también una solución estratégica para conectar una ciudad conocida por su compleja geografía: Chongqing está rodeada de montañas y atravesada por dos ríos, lo que obligó a los ingenieros a excavar en condiciones extremas.
La diferencia de altura entre sus dos entradas llega a 141 metros, lo que equivale a un edificio de casi 50 pisos. Por eso, el acceso al andén se realiza mediante un sistema de ocho escaleras mecánicas y varios pasillos rodantes que transportan a los pasajeros a las profundidades.
Este recorrido, que puede tardar hasta 8 minutos, es una experiencia en sí misma: luces tenues, paredes de granito y un aire más fresco a medida que se desciende, sumergen al viajero en una atmósfera única.
Cómo es la estación de subte a 100 metros bajo tierra
La estación cuenta con seis entradas principales, diseñadas para distribuir el flujo de usuarios y garantizar una evacuación rápida en caso de emergencia.
A pesar de su profundidad, mantiene un sistema de ventilación avanzada y una infraestructura antisísmica que asegura la estabilidad del túnel.
Chongqing, con más de 30 millones de habitantes, necesitaba una red de transporte que pudiera conectar sus zonas más elevadas con los valles donde se concentra la mayor parte de la población.
Hongyancun se convirtió en un símbolo del avance tecnológico chino y un ejemplo de cómo la ingeniería puede adaptarse a los entornos más desafiantes.
Otra estación de subte a 100 metros bajo Tierra
Antes de Hongyancun, el título de estación más profunda del planeta lo ostentaba Arsenalna, en el metro de Kiev, Ucrania.
Inaugurada en 1960, esta parada se encuentra a 105,5 metros de profundidad y fue construida así debido a la topografía irregular de la ciudad, que se eleva sobre el río Dnipró.
Durante más de seis décadas fue un ícono de la arquitectura soviética y una de las infraestructuras más complejas de su tiempo.