

La Argentina se sacudió ayer con dos nuevos sismos: uno en la zona limítrofe entre Catamarca y Tucumán de 5,4 grados en la escala de Richter. Y otro que, por segundo día consecutivo, se produjo en San Juan, esta vez de de 4,6 grados Richter.
Este último tuvo su epicentro a 15 kilómetros del límite interprovincial, unos 127 kilómetros al oeste-noroeste de la ciudad de Mendoza, a una profundidad de 117 kilómetros.
Anteayer ya se había registrado en la ciudad de San Juan y sus alrededores un temblor de 5,5 grados Richter, que si bien fue percibido por la población, no causó lesionados ni daños.
De todas formas, Alejandro Giuliano, director del Instituto Nacional de Prevenciones Sísmicas (Inpres), con sede en San Juan, informó que en la región de Cuyo son registrados 30 sismos por día, de los cuales unos pocos son sentidos por la población: “Sucede que, a medida que aumenta la tecnología para medir los sismos, mayor es la cantidad que se pueden percibir. De hecho, hace 30 años la medición daba 15 sismos por día, y seguramente en el 2040 se podrán medir 60 sismos diarios. Pero, en realidad, lo que varía no es la cantidad, sino la calidad del instrumento que se utiliza .
Para Giuliano, la clave para evitar los terremotos reside en llevar a cabo construcciones que sean sismo resistentes, para evitar el colapso de los edificios y que no haya pérdidas de vidas humanas.
En San Juan y Mendoza, que son las dos únicas provincias argentinas que tienen grado 4 y, por ende, más chances de tener un terremoto, el gobierno controla a nivel de proyecto y de ejecución las construcciones para que sean sismo resistentes. “En Salta existe un control embrionario, pues se controlan los plano pero no la obra, y en Catamarca se empezó a controlar luego del terremoto que sufrieron en 1944. En las demás provincias no hay ningún tipo de control efectivo , alertó el funcionario.
Para empezar, propone evaluar la vulnerabilidad de las construcciones de todas aquellas instalaciones esenciales, como hospitales, cuarteles de policía y aeropuertos, en especial en La Rioja, Jujuy y Tierra del Fuego, provincias que tienen grado 3; y luego seguir con las de grado 2: Tucumán, Catamarca, San Luis y Neuquén. Finalmente, terminar con las de grado 1: Córdoba, Río Negro, Chubut y Santa Cruz.










