Antes de fin de año, la estatal uruguaya Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (Ancap) deberá definir la suerte final de sus filiales argentinas Petrolera del Conosur –la operadora de la red de estaciones de servicio Sol– y Carboclor, a las que el gobierno de Tabaré Vázquez les colgó el cartel de venta.

Hasta mayo, una alianza entre la venezolana PdVSA y la estatal Enarsa, además de la brasileña Petrobras, sonaban como los candidatos más fuertes para firmar algún tipo de asociación con Ancap, o para comprar la red de 168 estaciones de Sol –sólo 12 pertenecen a Ancap–, que muerde el 2% del mercado de combustibles.

Pero hay otro grupo local interesado. Ancap firmó un acuerdo de confidencialidad con Petroquímica Cuyo –en la que son socios el Grupo Sieleki, con el 50,5%, y Petrobras Energía, con otro 40%–, que produce polipropileno y sus derivados en Mendoza, y no opera en el mercado de los combustibles.

Daniel Martínez, presidente de Ancap, se excusó de confirmar la información, pero no la negó. “Estamos analizando todas las posibilidades, y no queremos apagar algunas de las luces que quedan encendidas , le dijo a El Cronista.

La petroquímica –que revisó los números de Petrolera del Conosur y Carboclor– abastece al mercado local con una aceitada red logística, y exporta a Chile, Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Perú.

En mayo, el propio Martínez había anticipado que Ancap estaba abierta a discutir la venta de Petrolera del Conosur y de Carboclor –que posee una planta en Campana, en la que elabora solventes y mejoradores octánicos– como un conjunto o por separado. “Hay grupos interesados sólo en la red de estaciones y otros en la operación como un todo , dijo entonces.

Precisamente, Petroquímica Cuyo fue una de las que se interesó por los dos negocios. Pero el final es incierto: como Carboclor es rentable –ganó $ 8 millones en el primer semestre–, tiene una ubicación estratégica, un puerto de aguas profundas y una buena logística, Ancap habría decidido mantener la propiedad de esa filial. “Esa decisión podría ser un freno para Petroquímica Cuyo, que mostró interés por el conjunto , estimó un ejecutivo local, conocedor de las tratativas.

“Los plazos que fijamos para encontrar una solución a la crítica situación de nuestra red de estaciones en la Argentina se acortan. Estamos comprando productos refinados a precios mucho más caros que los que podemos venderlos. Y hoy, con un barril de crudo a u$s 65, perdemos cientos de pesos argentinos por cada metro cúbico de combustibles que despachamos , aseguró Martínez.

En 2004, la cadena Sol perdió u$s 26 millones, y otros u$s 13,1 millones en el primer semestre de este año. “Esa pérdida es muy grande no sólo para Ancap, sino para Uruguay, y es algo que no podremos soportar mucho tiempo más , apuntó Martínez.

Abriendo el paraguas

Con esos números en la mano, el miércoles pasado, ante la Comisión de Energía de Senadores, el ministro uruguayo de Industria, Energía y Minería, Jorge Lepra, reconoció que “no es fácil la venta de la red de estaciones que integran la cadena Sol. Y fue más lejos: sostuvo que el gobierno de Uruguay no descarta recurrir a la quiebra de Petrolera del Conosur.

“La opción de la quiebra es la más costosa para Ancap y Uruguay. Supondría pasar a pérdida las inversiones en la Argentina, unos u$s 200 millones desde 1998, incluyendo la compra de acciones y las posteriores capitalizaciones para mantener la operación , admitió Martínez.

Por eso, “la opción de la venta sigue siendo la primera que manejamos. Incluso, analizamos la posibilidad de alquilar las estaciones, pero ésa sería sólo una solución intermedia , dijo el titular de la Ancap.