Perder los datos con los que se trabaja no provoca sólo un dolor de cabeza. En las empresas, puede llegar a significar la pérdida de mucho dinero. Según datos del Disaster Recovery Institute Internacional (http://www.drii.org/), el 90% de las compañías que experimentan pérdidas importantes de datos quiebran en un plazo de tres años.

Esto se torna aún más significativo actualmente, cuando casi todos los procesos de una empresa están informatizados.

Tener una buena protección de los datos almacenados en los servidores locales no alcanza. Porque, a pesar de todo, algo puede fallar. El ejemplo más extremo y terrible, por supuesto, es el del ataque a las Torres Gemelas. Las empresas que funcionaban allí, si hubiesen tenido un sistema de recuperación de datos, habrían podido, al menos, seguir funcionando hacia fuera… a pesar del desastre.

Muchas empresas tienen sus datos almacenados en algún soporte magnético (generalmente cinta), pero lo ideal es que la información también se aloje en un servidor externo, del cual se pueda recuperar en forma inmediata para que la empresa pueda seguir funcionando aún ante lo peor.

Bancos, empresas de servicios públicos, productoras audiovisuales y grupos de comunicación son sólo algunas de las empresas que necesitan disponer en un plazo breve de la información que se almacena en un data center.

De acuerdo con Adrián Tosonieri, subgerente comercial de la empresa Compusistem, que ofrece soluciones informáticas, las firmas multinacionales "contratan un sistema de disaster recovery obligatoriamente. Es algo requerido por las casas matrices.

En cambio, muchas empresas nacionales no lo hacen porque los valores de estos sistemas de recuperación son en dólares, por lo cual sólo hacen, en todo caso, backups propios".

La evaluación sobre si conviene o no tener un servicio de semejantes características la hace cada empresa, pero los que no tienen un plan de contingencia se exponen a poder quedar en la bancarrota ante un desastre.

Contra todo riesgo

Una multinacional como Nestlé, por ejemplo, establece como obligación tener un sistema de Business Continuity Plan (plan de continuidad de negocios), en el cual se incluye el disaster recovery. La filial local de la firma de alimentación contrató servicios de data center y tiene la información de back up de las operaciones diarias en servidores AS400 de IBM.

Cosme Veneziale, gerente de Sistemas de la empresa, expresa: "En servidores críticos tenemos la información de nuestra fuerza de venta, y en caso de alguna caída de sistema o falla de disco, los datos se pueden recuperar de inmediato. Nosotros definimos si el back up se hace cada hora, cada seis horas o una vez al día, dependiendo de las necesidades que tengamos".

Incluso, si se cae el suministro eléctrico de una oficina, es posible que se pueda trabajar desde otra porque los datos se pasan allí. Así, al menos las 25 personas clave de esa oficina, pueden seguir trabajando desde ese lugar.

La elección del outsourcing se realizó a fines de 2000, por alrededor de u$s 100.000, y se fue renovando, con actualización de los equipos, en relación directa al crecimiento y a los requerimientos de la empresa.

Interamericana Sistemas es una editorial que brinda información y servicios a profesionales de Ciencias Económicas y de empresas. Como presta servicios online, en caso de que hubiese una interrupción de los sistemas, "perderíamos la confiabilidad del cliente", dice Ricardo González, presidente de la firma.

Por eso, implementaron su sistema en dos servidores que funcionan en forma paralela, con un tercer dispositivo que direcciona los usuarios entrantes al que se encuentra con menos carga. De esta forma, si alguno de los dos equipos tiene un inconveniente, sigue funcionando el otro sin que los usuarios puedan notar la falla.

Los servidores y el dispositivo redireccionador están alojados en el data center de Netizen, proveedor que eligieron "porque tiene adelantos en seguridad contra incendio, caídas del suministro de energía y otros posibles inconvenientes", agrega González.

Igualmente, tienen replicados todos los contenidos en las propias oficinas. De esta manera, en el caso de tener algún problema serio en el data center, "podríamos reinstalar otro servidor y ponerlo en funcionamiento en no más de 48 horas , asegura.

Los servidores de la editorial son IBM eServer 206 Pentium 4, con 1 Gb de RAM y disco de 80 Gb, cuyo costo fue de u$s 2.700 cada uno. A esto se suma una PC redireccionadora Pentium 4 que costó u$s 900. Las máquinas fueron compradas a fines de 2005 y se terminaron de instalar este año.

Alternativas de cuidado

La elección del data center no siempre es sencilla. A veces, es necesario recurrir a la ayuda de la consultoría. Sebastián Gagliardi, gerente de Seguridad Informática de BDO Becher, sostiene que "en general, las empresas grandes son las que contratan estos planes en caso de que algo funcione mal".

Gagliardi explica que los entornos de contingencia se dividen en cold sites (salas con computadoras preparadas para que se pueda trabajar si algo pasa), warm sites (permiten una recuperación más rápida de la información) y los hot sites (usados por las empresas para sus sistemas críticos, que deben funcionar todo el tiempo, aún ante una catástrofe).

Según Jorge Chilliuti, director de la empresa Recursos Action, proveedora de soluciones BCM (Business Continuity Management), el mejor sistema de recuperación de negocios es el back up "near real time", que efectúa una replicación de los datos en forma constante.

"Esto permite que se pueda recuperar la información en forma instantánea, por lo que si ocurre alguna contingencia las transacciones se recuperan en forma instantánea", precisa Chilliuti.

Y agrega: "Hoy en día, no se puede pensar en recuperar los datos de la noche anterior, sino que se requiere una operación continua. Un banco, por ejemplo, puede perder muchísimo dinero si deja de operar sólo por unas horas".

Claro que siempre hay excepciones. El caso de Banco Ciudad es un tanto distinto, porque se confía todavía en la tecnología de cartridge para la recuperación en primera instancia de los datos. La información se administra desde dos centros de cómputos distintos (esto debido a una disposición específica del Banco Central): el área Financiera por un lado y los Proyectos Especiales por otro. Esta última presta servicios al área Rentas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y a los Centros de Participación y Gestión, entre otros.

El gerente del área, Antonio Barrionuevo, explica que los datos "están protegidos por un subsistema de discos inteligentes: uno ubicado en el mainframe del área Financiera y otro en el del nuestro sector. Los datos son espejados en un lado y en otro, y están comunicados por un sistema de alta velocidad .

“A su vez, todos los datos son almacenados en cartridge -agrega-. En tercera instancia, se almacenan en otro edificio, en la calle Independencia y, por último, se guardan indefinidamente en una empresa en la que tercerizamos, llamada Bank, para una eventual recuperación de datos en el día".

Los sistemas de esta red de protección y recuperación de datos son Hitachi, y los mainframes son IBM 9672 R16 con OS 390 Z series M890. A su vez, también se utilizan algunos sistemas abiertos. La adquisición de la tecnología se hizo en 2002, aproximadamente a unos u$s 100.000 "de aquella época sostiene Barrionuevo, refiriéndose al momento de la crisis.