El frigorífico santafesino Paladini tiene en carpeta un desembolso de 50 millones de dólares para convertirse, por varios cuerpos de ventaja, en el mayor productor de cerdos del país. El viernes, la empresa familiar le comunicó al gobernador Jorge Obeid su intención de montar un nuevo criadero, para alcanzar las 20.000 madres, desde las 4.000 que tiene hoy en la localidad de Villa Gobernador Gálvez, establecimiento que comenzó a construir en 1997, y ya es hoy uno de los principales del país.

La inversión –estimada a razón de u$s 2.500 por madre–, incluye la compra de unas 2.000 hectáreas para la producción de granos que servirán de alimento a los animales, la instalación de silos de acopio y de una planta que los convierta en alimentos balanceados, y de un sistema de cuidado medioambiental, como el que la empresa tiene en Gálvez, por el que se tratan los desperdicios de los animales y se produce agua con nutrientes para fertilizar las tierras, con lo que el ciclo se completa.

En rigor, la ejecución completa del proyecto depende en parte de la evolución del mercado, y de los tiempos que se tome la Organización Internacional de Epizootias (OIE) para convalidar el status de país libre de Peste Porcina Clásica (PPC) que hace diez días firmó el secretario de Agricultura, Miguel Campos. Esto le permitirá a la Argentina exportar fiambres a la mayor parte de los mercados externos (hoy vedados) e incluso carne de cerdo fresca, que hoy no puede enviarse al exterior.

Pero, en concreto, la empresa habrá duplicado su capacidad actual, hasta 8.000 madres, de aquí a un año, con lo que conseguirá autoabastecerse para su producción de fiambres (la empresa tiene una participación del 20% en el mercado local) y carnes, y así abaratar costos. Hoy, la empresa creada en 1923, que consiguió hacer de su nombre una de las marcas de fiambres más conocidas, necesita comprarles a otros productores locales alrededor del 50% de la materia prima que requiere.

Los Paladini tienen poco tiempo para decidir la ubicación del nuevo criadero, que se debate entre Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y San Luis, en función de ventajas impositivas, de abastecimiento de gas –la empresa ya debió adaptar a fuel oil maquinaria en Santa Fe–, y cuestiones logísticas, ya que semejante cantidad de animales requiere faenarlos in situ, por una cuestión de costo de fletes.

Los fiambres constituyen el 80% de la facturación de Paladini, cifra que la empresa no revela. El resto corresponde al negocio de carne vacuna. En igual proporción, y respectivamente, se reparten las ventas internas y externas del frigorífico.

En Villa Amelia, donde tiene su actual fábrica de alimentos balanceados, la empresa tiene una capacidad de acopio de 20.000 toneladas de granos, provenientes de unas 1.600 hectáreas propias y unas 400 más que arrienda. En el campo que dedica a la producción de cerdos, Paladini emplea hoy a un centenar de personas de sus 1.500 empleados totales.

Un buen momento

A la resolución de Campos respecto de la PPC se suma la buena rentabilidad que está teniendo la cría de cerdos. El parámetro para medirla (la relación entre el kilo de maíz que se puede adquirir con un kilo de capón) se vuelve interesante a partir de 10 kilos, y en lo que va del año viene superando los 13 kilos.