Peor balance de situación, con más deuda y menos fondos propios. Y mejor cuenta de resultados, con un incremento de las ganancias netas. Éste puede ser el resumen del efecto de la aplicación de las normas internacionales de contabilidad en los estados financieros de Telefónica y Repsol YPF.
Las dos compañías españolas presentaron esta semana a los analistas las consecuencias de la adaptación de sus resultados a los criterios contables que entran en vigor en 2005. La operadora y la petrolera han reelaborado las cuentas de 2004 bajo esas normas, para que los inversores puedan realizar comparaciones este año.
Luis Mañas, director financier
o de Repsol YPF, explica que “los cambios en la petrolera son significativos, por lo que se ha trasladado cuanto antes la información al mercado . La valoración general de esa adaptación “es positiva ya que mejora sus ratios de rentabilidad y permite efectuar una comparación más ajustada con el resto de petroleras internacionales , dice.
Telefónica presentará en abril sus previsiones hasta 2008 teniendo en cuenta las normas internacionales. En mayo, comunicará sus resultados del primer trimestre según esta legislación.
“No queda más remedio que acostumbrarse , dice un analista. Según un experto en contabilidad, “este año se va a producir un lío por la coexistencia de resultados según las normas españolas y las internacionales. Esto puede generar incertidumbre sobre la razón de algunos ajustes, pero las sociedades presentarán una imagen más real de sus finanzas .
En el caso de Telefónica y Repsol YPF, su nueva realidad es que son más rentables. Ambas hubieran ganado más en 2004 con las normas internacionales. El beneficio neto de la operadora se hubiera situado en 3.105 millones (un 8% más) y la petrolera hubiera alcanzado los 2.342 millones (un 20% más).
La mejora se debe sobre todo a la reducción de las amortizaciones. Este gasto, que refleja la disminución de valor de los activos, deja de aplicarse de forma mecánica, repartido en el periodo de vida útil de esos activos. Ahora, se amortizan si se comprueba que su valor de mercado bajó. Con este criterio, Telefónica y Repsol amortizaron menos.
La petrolera, por ejemplo, disminuye las amortizaciones de su fondo de comercio (activo que surge de la diferencia entre el precio pagado y el valor contable) en 202 millones. En el lado negativo, carga 132 millones contra beneficios al reconocer que, en algunos contratos a largo plazo, vende petróleo por debajo de su valor de mercado. En Telefónica, las amortizaciones bajan 407 millones, pero provisiona 135 millones por el costo de sus planes de pensiones.
El efecto en el beneficio operativo de las dos compañías es negativo, ya que las cargas extraordinarias dejan de figurar en un apartado especial y se incluyen en los resultados habituales o “continuados del negocio.
Tampoco es positivo el impacto en el balance. Los fondos propios de Telefónica bajan un 34% y los de Repsol YPF descienden un 20%, ya que ambas restan de sus reservas algunas diferencias de cambio de monedas latinoamericanas e impuestos diferidos.
La deuda de ambos grupos crece por el nuevo tratamiento de las participaciones preferentes (obligaciones sin fecha fija de vencimiento). Telefónica tiene 1.930 millones de euros en títulos de ese tipo y Repsol YPF cuenta con 3.500 millones.
Pese a la magnitud de los cambios, las cotizaciones de ambas sociedades no han reaccionado. “Lo importante es la caja que genera las empresa, y eso no ha variado , dice un analista. “Pero la foto que permite entrever el futuro de las compañías sí se ha movido , concluye.