Se podría decir que la logística es casi una moda. Empresas que en el pasado eran conocidas como “de fletes , hoy son conocidas como “de logística y distribución . En la misma proporción y de la misma forma que la palabra “logística se puso de moda, así creció la confusión en las Pymes exportadoras respecto al concepto que esta término encierra.
Si se tuviera que definir qué es la logística y qué involucra, sería muy difícil dar con un concepto único. Podríamos hablar de procesos, cadenas, servicio al cliente, inventarios, costos de operación, entre otros ítems, pero lo fundamental es la integración de una serie de actividades. ¿Cuáles son esas actividades?
Podríamos definirlas como transportes de mercaderías, packaging de protección, movimiento y gestión de inventarios, manipuleo, almacenaje, recepción de órdenes y procesamientos de pedidos, coordinación de tareas relacionadas al abastecimiento de materias primas e insumos, la producción de un bien determinado y su correspondiente logística de distribución.
Todas estas actividades logísticas se realizan en el mercado interno. ¿Cuál es la diferencia con el mercado externo? ¿Acaso hay alguna de estas actividades que no se lleven adelante en una exportación? Si la respuesta es no, ¿porqué seguimos dividiendo conceptualmente la logística en doméstica e internacional? Esto significa que no sólo no se entiende del tema, sino que lo hacemos más complejo.
Este es uno de los errores mas frecuentes que se suelen escuchar de las empresas Pymes, especialmente aquellas que están empezando a internacionalizar sus productos.
Para echar un poco de luz al tema, hay que anunciar como primer concepto que la logística es una sola.
Suponiendo que hubiera, como se dice, “dos logísticas , una interna y otra externa, y conjeturando un hipotético caso que la empresa reciba un pedido del exterior y que el mismo sea en condiciones FOB, ¿de qué me sirve haber hecho todo bien hasta cumplir con el FOB si de golpe, a partir de allí, hay problemas, con los fletes, en el puerto, en la aduana de destino o en los embalajes?
Lo primero que se suele escuchar por parte del exportador es que “el problema es del cliente . Sin embargo no es así. El problema del cliente es nuestro problema, siempre y cuando veamos a la exportación como un todo. Y el verla así tiene que ver con tomar a la logística como una sola.
Preocuparnos por suboptimizar las partes para optimizar el todo es un concepto logístico que debería ser utilizado más a menudo por las Pymes. Estamos en la era del cliente y en un momento propicio para exportar. Involucrémonos mas con la logística y, por sobre todas las cosas, no la dividamos.
(*) Director ejecutivo del Programa Primera Exportación de la Fundación Gas Natural.