Ciesa, la controlante del 55,3% de Transportadora de Gas del Sur (TGS), está dando las últimas puntadas del proceso de reestructuración de su deuda de 220 millones de dólares, que no paga desde abril de 2002. Por ese proceso, el quebrado grupo estadounidense Enron transferirá el 50% que posee en Ciesa. Así, la empresa –un accionista original de TGS, junto a Perez Companc (hoy, Petrobras Energía)– liquidará el último activo que controla en la Argentina. En febrero de este año, Enron ya le había vendido al Grupo Albanesi la generadora Modesto Maranzana, en Río Cuarto (Córdoba), por u$s 8 millones.

Varios fondos buitre –con el británico Ashmore a la cabeza– reemplazarán a Enron como accionistas en Ciesa, y pasarán a ser socios de Petrobras, la dueña del otro 50%. Con el recambio, la controlante de TGS habrá saldado el 90% de su pasivo.

La reestructuración de Ciesa, anticipada por El Cronista el 27 de abril de 2004, comprende dos etapas. El pasado jueves 11, Ciesa le informó a la Bolsa de Buenos Aires que ya puso en marcha la primera. El próximo lunes 29, en una asamblea de accionistas, se aprobará el contrato de fideicomiso entre Enron Pipeline Co. Argentina (EPCA), Enron Argentina Ciesa Holding (EACH), el fiduciario (ABN Amro), Petrobras Energía, Petrobras Hispano Argentina y Ciesa, las sociedades que, en conjunto, controlan el 70% de TGS. El otro 30% cotiza en Buenos Aires y Nueva York.

Por ese paso, EPCA y EACH transferirán el 40% de Ciesa a un fideicomiso. Con esas acciones indisponibles, Petrobras firmará, en septiembre, el acuerdo de reestructuración de la deuda que Ciesa mantiene con Ashmore, Fintech y Marathon, entre otros acreedores. Y, a cambio de ese 40% de Ciesa, Petrobras le transferirá a Enron su 7,35% de participación directa en TGS. Así, Enron retendrá un 10% en Ciesa y un 14,70% de acciones Clase B de la transportadora.

Cumplida esa primera etapa, Ciesa deberá tramitar la aprobación del ingreso de los acreedores como socios ante el Enargas –el ente regulador del sector– y la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia.

Si ambos organismos dan luz verde al traspaso, se cumplirá la segunda etapa: Enron terminará de transferir el otro 10% que aún controla en Ciesa al fideicomiso, las acciones resguardadas serán cedidas a los acreedores y Enron recibirá, a cambio, el 4,3% de las acciones Clase B que Ciesa controla en TGS.

Cuando toda la operación se haya cerrado, Ciesa recortará su control sobre TGS al 51%, Petrobras conservará el 50% de Ciesa, Ashmore manejará otro 37% de la holding y un 13% quedará en manos de los otros acreedores. Pero todos esos fondos actuarán como una sola clase accionaria, para que Petrobras tenga, como hasta ahora, una contraparte dueña del 50% de Ciesa.

A su vez, Enron será dueña del 19% de las acciones Clase B (cotizantes) de TGS. Pero los estadounidenses compensarán con esos papeles a sus acreedores en Estados Unidos –un grupo liderado por el Citibank–, que podrían ir liquidándolos gradualmente en el mercado.

Demanda ante el Ciadi

A TGS, que aún no acordó con el Gobierno un aumento parcial de tarifas, la salida de Enron le dejará un tema por resolver: la demanda por u$s 400 millones que la estadounidense mantiene contra la Argentina ante el Ciadi, el tribunal arbitral del Banco Mundial. Sin embargo, Enron ya logró que la OPIC –una agencia de seguros estadounidense, que cubre riesgos políticos de inversiones hechas en el exterior– le aprobara el cobro de u$s 50 millones por sus pérdidas locales.

El visto bueno de la OPIC debilitaría su estrategia legal para continuar reclamando ante el Ciadi, ya que el mismo grupo, al contratar ese seguro, valorizó su exposición en TGS en u$s 50 millones, y ahora está demandando al país por una cifra ocho veces superior. A Enron, la continuidad de la demanda podría jugarle en contra en otro punto: como retendrá el 19% de las acciones cotizantes de la transportadora, esos papeles valdrán mucho menos si TGS no cierra un aumento de tarifas con el Gobierno. Y la Uniren exige –como condición para negociar– que los accionistas de las privatizadas retiren sus demandas. Lo cierto es que, aunque las partes aún deben cumplir con varias etapas del proceso, por ahora Enron decidió no desactivar su reclamo ante el tribunal.