Las colocaciones privadas, en las que las compañías recurren directamente a los inversores para financiarse, están en vías de vivir uno de sus años más fuertes. La tendencia muestra como las empresas buscan diversificar sus fuentes de fondos más allá de los bancos.
En el primer semestre de 2010, las compañías utilizaron este recurso en operaciones por valor de u$s 27.400 millones, con lo que casi llegaron a los u$s 28.500 millones recaudados de esta manera en todo 2009, según datos de Thomson Reuters.
Los bancos, cuya función es facilitar estas operaciones, informan que hay numerosas colocaciones que se concretarán en un futuro cercano, con lo que el total podría llegar a u$s 41.000 millones para fin de año. Así, 2010 podría convertirse en el año más fuerte desde 2003.
La cifra de la primera mitad del año no incluye a una serie de operaciones que ya han sido acordadas pero que no fueron cerradas todavía.
La colocación privada involucra a varios inversores que firman acuerdos bilaterales con el deudor, y se la considera un paso intermedio entre el préstamo bancario y el mercado de deuda. Su crecimiento es una señal de que los bancos jugarán un papel reducido en el clima posterior a la crisis, como resultado de sus esfuerzos por reducir sus balances.
“El dinero de los inversores institucionales tendrá que reemplazar al capital que proveían bancos excesivamente apalancados , opinó Mark Hutchison, titular de Crédito Alternativo de la firma M&G, de Londres.
Compañías como la cervecera holandesa Heineken, la cadena hotelera británica Whitbread y Millennium Pipeline, la firma estadounidense de gasoductos, recurrieron este año a colocaciones privadas.