Compañía Introductora de Buenos Aires (CIBA) quiere convertir su etiqueta Dos Anclas, asociada básicamente a la sal de mesa, en una marca de alimentos. Como eso es algo que “se hace de a pasitos , en palabras de Sergio López, gerente comercial, la empresa acaba de ingresar al rubro de vinagres, aceto balsámico y aceite de oliva.
En realidad, la compañía, fundada hace 103 años, comenzó a dar estos pasitos en 1997, cuando empezó a fraccionar y comercializar condimentos. Hoy ya tiene 23 variedades.
Ahora, bajo el paraguas de Dos Anclas, la firma lanzará en noviembre la marca Alta Vía, con la que apuntará tanto al segmento masivo como gourmet, según López. Para lo primero, pondrá a la venta vinagres de manzana, de vino y de alcohol, en botellas de plástico de 750 centímetros cúbicos, en el rango de $ 1,80 a $ 2,50, equivalente al de Cocinero, de Molinos. En este rubro también compiten Menoyo, Omega y Hüser.
Para el segmento de mayor poder adquisitivo, la firma comercializará vinagre de vino cabernet sauvignon, aceto balsámico y aceite de oliva extra virgen, a $ 6, $ 8 y $ 19, respectivamente.
El lanzamiento en noviembre aprovechará la estacionalidad de la demanda: “Estos aderezos se usan más en verano, incluso el aceite de oliva, que, a diferencia de Europa, en la Argentina se emplea para saborizar ensaladas y no para cocinar , explica Ezio Poletto, gerente de Desarrollo de Productos. Si bien, por ahora, la empresa le compra la producción a terceros, sus directivos no descartan ingresar en la producción de olivares.
Según los ejecutivos, el mercado de vinagres es de 32 millones de litros anuales, por $ 40 millones. El 98% lo conforman productos comunes y el 2% restante, los vinagres especiales (aromatizados y con hierbas, incluido el aceto). En cuanto al aceite de oliva, se consumen 200 mililitros por habitante por año (en Europa son 12 a 15 litros), lo que da un mercado de 3,4 millones de litros y $ 32 millones.
CIBA, controlada por la familia Wiegener (dueña de los sanitarios Ferrum y la grifería FV), espera facturar en 2004 unos $ 38 millones (sin IVA), un 7% más que el año pasado. Un 30% proviene de la sal industrial (provee a firmas de alimentos y a otras industrias, como la petroquímica), un 65% de la sal de mesa (tiene el 45% del mercado), y el 5% restante, de las especias. Poseedos plantas industriales, en San Luis y La Pampa, emplea a 300 personas y exporta sal a Uruguay, Paraguay y Corea. El primer año, espera que los nuevos productos generen ventas por $ 3,5 millones.