Cuba está abriendo la producción azucarera a la inversión extranjera por primera vez desde que la industria fue nacionalizada en 1959 con lo que el gobierno comunista busca revertir la continua caída del sector.
La isla llegó a ser el mayor exportador mundial de azúcar. Pero, según un experto local, “se redujo a nada debido a la mala administración estatal, la falta de capital, las sanciones y los huracanes, entre otros factores . Se calcula que este año se producirá cerca de 1,1 toneladas de azúcar, comparado con los 8 millones de toneladas de 1990, antes del derrumbe de la Unión Soviética, la cifra más baja desde 1905, según admitió Granma, el diario del partido comunista.
Se están manteniendo negociaciones con varios grupos para coadministrar algunos de los ocho ingenios más grandes construidos después de la revolución, según fuentes extranjeras y cubanas allegadas a la industria. Es un gran cambio de política para Raúl Castro, el presidente, cuyo hermano Fidel insistía en que la isla sabía tanto sobre producción azucarera como cualquier otro país.
Una gran obstáculo es la ley estadounidense Helms-Burton, que penaliza la inversión en propiedades expropiadas que pertenecían a norteamericanos.
Todos los ingenios azucareros, excepto ocho, fueron construidos antes de la revolución y luego nacionalizados; y la mayoría de las plantaciones son tierras expropiadas por el gobierno después de que Fidel Castro asumió en 1959.
El ministerio del azúcar de Cuba será reemplazado este año por un holding estatal, similar a aquellos que dirigen las industrias petrolera y de níquel. El ministro del azúcar cubano Luis Manuel vila renunció a principios de mes y su vice, González Orlando Celso, probablemente sea el último en ocupar el cargo de ministro.
Cuando Fidel Castro asumió en 1959, prometió deshacerse de la economía de un sólo cultivo, pero rápidamente prefirió abastecer a la Unión Soviética a precios elevados. En 1990, Cuba era el mayor exportador de azúcar en el mundo y el cultivo representaba el 90% de sus ventas al exterior. El ministro manejaba 156 ingenios, una enorme ferrocarril, numerosos puertos y la mitad de la tierras cultivables del país. Pero actualmente Cuba no es una fuerza en el mercado, el azúcar representa menos de 5% de las exportaciones.
Que la isla ya no dependa de un sólo cultivo merece un aplauso. La exportación de servicios médicos y técnicos en general representa hoy más ingresos que todas las otras fuentes juntas, seguidas del turismo, níquel, productos petroleros refinados y farmacéuticos. Pero nunca fue parte del plan llegar a la casi destrucción de la industria azucarera.
En realidad, esto refleja una crisis más amplia en los sectores manufacturero y agrícola en este país semitropical donde la producción de café cayó de 60.000 toneladas en 1960 a 6.000 este año. La producción de cítricos será 60% inferior a la obtenida hace una década y se importan más del 60% de los alimentos que se consumen.
Un informe del gabinete de Raúl Castro el año pasado mencionó la “descapitalización acumulada de la economía y admite “que es necesario reinsertar a Cuba en la economía mundial .
Desde que asumió la presidencia en 2008 en reemplazo de su hermano, Raúl Castro se propuso revertir la caída de la actividad agrícola, pero hasta ahora tuvo malos resultados.
Subió los precios que paga el monopolio estatal por la producción, redujo la burocracia y reorganizó el empleo en los campos estatales. Puso más énfasis en la producción agrícola privada distribuyendo tierras estatales sin explotar y descentralizó algunas tomas de decisiones. No obstante, aflojó poco el control estatal sobre la compra de provisiones y la distribución de alimentos.
La última vez que hizo una concesión ante el pedido de mayor autonomía por parte de los agricultores, el gobierno anunció que en el futuro los granjeros privados harán sus propias compras de provisiones, en vez de recibir lo que les asigna el Estado.
No obstante, Marino Murillo, ministro de Economía, señaló que no hay planes de eliminar el monopolio estatal de venta de alimentos.