

La figura del Vicepresidente despierta muchos interrogantes respecto a las causas de su popularidad, su liderazgo, y por ende, sus posibilidades electorales.
Al respecto habría que describir en qué situación está, para luego analizar cuál es su potencial.
Imagen personal en números: medido en marzo pasado en la zona metropolitana de Capital y Gran Buenos Aires, posee una imagen positiva del 42 %, con una negativa del 28 %; es decir, 1,5 opiniones favorables por cada una desfavorable. Está segundo en el ranking.
Cuando se observa su evolución desde septiembre de 2008, luego de pasado el impacto de su “voto no positivo , osciló mucho sin nunca llegar al 50 %, salvo en diciembre de 2009 cuando cambió la composición en el Congreso. Luego de todo el affaire Redrado - DNUs - Banco Central, se desplomó 7 puntos, siendo uno de los opositores que más popularidad perdió.
Imagen personal cualitativo: cuando se quiere conocer el perfil en profundidad de un dirigente, no basta solamente con sondearlo en encuestas, sino que también hace falta observar los comentarios espontáneos que se hace de él a través de focus groups.
En ese sentido, se le reconoce tenacidad, honestidad, cautela; se lo ve como pacífico e integro. Pero por el lado negativo se lo califica de oportunista, desleal, doble cara. En el balance sale favorecido. Sin embargo, sus dotes de líder están en discusión, ya que cuando se pide asociarlo con algún animal se lo ubica como perrito faldero, ratoncito, gatito (todos en diminutivo), caballo o zorro. Ninguna de estas asociaciones hablan de un líder fuerte, como sí lo harían si se hablara de él como león, tigre, puma o algún otro felino grande.
Intención de voto: aquí viene el primer problema para Cobos, ya que dichas falencias se manifiestan a la hora de convertir su buena imagen en capital electoral. Por empezar, cuando se pregunta intención de voto de manera espontánea, sin mostrar candidatos, como el “top of mind , luego de la elección de junio, el vicepresidente no pasa del 4 %, frente al 23 % de los Kirchner.
Luego, cuando se ofrecen todos los candidatos a los encuestados, Cobos no supera el 8 %, con un agravante: en mayo de 2009 estaba en 12,2 % y su caída ha sido sistemática.
Si se miden escenarios presidenciales más acotados (con no más de 5 candidatos), el ex gobernador de Mendoza va de los 16 a los 22 puntos dependiendo de las alternativas. Si el peronismo disidente lleva algún candidato más fuerte, como Macri o De Narváez, su registro es más bajo. Pero en ningún caso está en primer lugar. Y si se presenta Néstor Kirchner no le ganaría en una primera vuelta. En los escenarios de segunda vuelta es donde mejor le va, pero su problema sería entrar a la segunda vuelta, sobre todo si se cumple lo que algunos especulan: que el próximo presidente será peronista, no importa de dónde venga.
Su potencial: ningún análisis político es completo si solo se considera a la opinión pública medida en encuestas. A favor de Cobos se debe mencionar:
1) Varias mediciones nacionales lo ubican en primer lugar, porque es verdad que en el interior del país mejora su performance.
2) El apoyo de la UCR: es la única estructura nacional fuera de la peronista oficialista, y eso en un país extenso y federal como la Argentina tiene mucho peso.
3) Si la sociedad no quisiese más peronismo en 2011, sea kirchnerista o disidente, el mejor candidato es Cobos.
4) Las alternativas electorales para el segmento de clase media y/o progresista, como Solanas o Carrió, por ahora no tienen la suficiente fuerza para desplazarlo (aunque se orientan a tener un muy buen desempeño electoral).
Epílogo: Cobos tiene un importante potencial, si se consideran tanto su imagen personal, como las circunstancias en las que el electorado deberá tomar su decisión el año próximo. Sin embargo, la dinámica política lo está sometiendo a una serie de desafíos, como el juzgamiento de Redrado, que desgastan su popularidad e intención de voto, generando interrogantes sobre si él debe ser el líder de la oposición, o proteger su rol institucional: verdadero laberinto.










