

Antes del proceso de reestructuración de la deuda diseñado por Transener –cuya primera etapa se completó exitosamente entre fines de junio y mediados de julio–, cuatro acreedores de la principal transportadora eléctrica de la Argentina habían recurrido a la Justicia para trabar embargos en contra de la empresa y, de esa forma, cobrarse sus acreencias, parte de un pasivo de u$s 575 millones que la eléctrica había dejado de pagar en abril de 2002.
Pero ayer Transener –que está controlada por Citelec, en la que aún son socios en partes iguales Petrobras Energía y el Grupo Dolphin– le comunicó a la Bolsa porteña que otros dos holdouts (tenedores de deuda que se quedaron afuera de la propuesta de reestructuración) optaron por ese mismo paso.
Pese a que la oferta de la transportadora fue aceptada por el 98,8% de los acreedores, los demandantes forman parte del 1,2% que rechazó la propuesta. Sobre esa decisión, la sociedad uruguaya Evicar Corporation, que elevó su pedido ante el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 25, logró un fallo favorable por u$s 1,051 millón. Lo mismo consiguió Financiera Chorley, que presentó su expediente al Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 4, reclamando el embargo de otros u$s 712.041.
Ahora, tras los fallos favorables, otros acreedores disconformes podrían inclinarse por la vía judicial para poder cobrar.
Apunten a Cammesa
En su nota de ayer, la transportadora explicó que las sumas embargadas afectarán, durante casi un mes, “la totalidad de las cobranzas que Transener debe percibir de Cammesa , la administradora del mercado eléctrico. Y agregó que la empresa deberá emplear recursos propios para cubrir sus gastos operativos, aunque aclaró que esa situación “no afecta la prestación normal del servicio .
Una fuente de Transener admitió que “conocíamos que estos acreedores tenían sus embargos solicitados, porque antes se habían comunicado con la empresa. Los presentaron contra la cuenta de Cammesa porque saben que es la forma más rápida y segura de cobrar .
Sin embargo, la fuente relativizó que otros acreedores puedan apelar a esa misma vía judicial. “Los que hacen sus presentaciones son los tenedores de deuda más agresivos. De hecho, esperaron a que se cierre la oferta para aparecer en escena, porque no querían subirse a la propuesta de reestructuración de la empresa. Pero a esta gente le interesa más cobrar que demandar. Ningún otro acreedor nos comunicó que fuera a presentar otro embargo , sostuvo.
Acreedores con acciones
La suma involucrada en los embargos representa poco menos de un tercio del pasivo que quedó fuera de la oferta. La propuesta contemplaba una quita –por la que Transener redujo su pasivo a u$s 290 millones– y el canje de deuda por acciones Clase B de la empresa. Esa opción permitió que parte de los 180 acreedores de Transener –el principal es el fondo buitre estadounidense Fintech, pero otros que pisan fuerte son el Deutsche Bank, el fondo británico Marathon, el Credit Suisse First Boston y la UBS– pasaran a controlar el 17% de las acciones de la transportadora. Cuando se complete el proceso, en marzo del año próximo, Citelec reducirá su participación del actual 65% al 52,6%, las acciones cotizantes sumarán 40%, y los empleados, que hoy controlan el 10% de Transener a través del PPP, reducirán su tenencia al 7,4 por ciento.
Pero ése no va a ser el único recambio accionario. Para entonces, Petrobras también podría cumplir con el compromiso de desinversión que hizo ante el Gobierno de Eduardo Duhalde, en mayo de 2003. La semana pasada, Ildo Sauer, el director de la división de Gas y Energía de Petrobras, admitió en Brasilia que la petrolera estatal podría transferirle su 50% en Citelec a Eletrobras, la principal eléctrica brasileña, también estatal. Ese recambio sería un baldazo de agua fría para el Gobierno, que nunca ocultó su interés por que la tenencia de Petrobras pase a ser controlada por la energética estatal Enarsa.










