La demanda de cobertura cambiaria bajó u$s 4300 millones tras las elecciones. Qué estrategias en pesos recomiendan los analistas, dado el actual escenario político y cambiario.
Caen las devaluaciones implícitas
Tras el resultado electoral, las expectativas devaluatorias se desplomaron. Se evidencia una fuerte baja en las tasas de devaluación implícitas en los contratos de dólar futuro en A3 Mercados.
Medido en tasas efectivas mensuales, el mercado espera un salto cambiario de entre 0,8% (TEM) y 1,8% (TEM) para los primeros tres contratos (hasta enero), manteniéndose en niveles de entre 1,6% (TEM) y 1,85% (TEM) desde febrero en adelante.
El mercado viene ajustando a la baja día a día sus expectativas devaluatorias ya que, a comienzo de semana, el mercado esperaba un salto cambiario de 2,5% (TEM) en el primer contrato, manteniéndose en niveles de 2,3% a 2% (TEM) en los siguientes contratos de devaluación esperada.
El respaldo electoral que obtuvo el Gobierno tras las elecciones generó un escenario de confianza entre los inversores, permitiendo proyectar una continuidad en el actual esquema cambiario, en línea con lo que había indicado el ministro de economía, Luis Caputo, antes de las elecciones.
Desde Facimex Valores indicaron que no ven valor en estrategias de cobertura.
“Despejada la incertidumbre política, el tipo de cambio encontró un equilibrio dentro de la banda cambiaria y los flujos de corto plazo crearán fuerzas tendientes a su apreciación. Y la perspectiva de que Argentina pueda pronto recuperar el acceso al mercado potenciará estas fuerzas”, detallaron.
Matías Waitzel, socio de AT Inversiones, coincide en que, tras las elecciones legislativas y la contundente victoria del oficialismo, el mercado cambió de foco ya que las expectativas devaluatorias se moderaron drásticamente.
“El fortalecimiento político del gobierno disipó el riesgo de un quiebre del ancla fiscal y reforzó la credibilidad del esquema de bandas cambiarias, que Caputo y Bausili ratificaron en las últimas horas. Con la demanda de dinero en recuperación y un BCRA en condiciones de acumular reservas, la presión sobre el tipo de cambio se redujo de forma sustancial”, dijo Waitzel.
En ese sentido, Waitzel remarcó que actualmente el dólar se ve influido por factores más estructurales que especulativos.
“La mejora de expectativas y la caída del riesgo país provocaron una fuerte recomposición de portafolios hacia activos en pesos, en un contexto donde la política monetaria mantiene el equilibrio entre oferta y demanda de dinero. En los últimos meses, la base monetaria se contrajo y el nivel de liquidez real se encuentra en mínimos históricos, lo que refuerza la estabilidad cambiaria de corto plazo “, indicó.
Temor devaluatorio preelectoral
Conjuntamente con la baja en la tasa de devaluación implícita en la curva de dólar futuro, lo que se está viendo en el mercado es una menor demanda por cobertura cambiaria desde las elecciones.
El mercado fue a las elecciones con una histórica demanda y posicionamiento de cobertura cambiaria, atemorizado de evidenciar nuevamente un evento como el que se había visto tras las elecciones de Provincia de Buenos Aires, en la que el tipo de cambio se disparó.
O peor aún, el mercado tenía en la memoria colectiva el temor de volver a ver un escenario cambiario como el post PASO de 2019, en el que el dólar saltó 35% el lunes siguiente a la derrota de Macri.
Con esos eventos en mente, y atemorizado ante una derrota electoral del Gobierno que pueda hacer disparar el tipo de cambio, los inversores fueron con una cobertura cambiaria excesiva.
Sin embargo, desde el resultado electoral fue sorpresivo y la presión cambiaria se desinfló.
Según estimaciones de Portfolio Personal Inversiones, la demanda de cobertura cambiaria bajó u$s 4300 millones tras las elecciones.
En cuanto a la demanda por cobertura, desde PPI dijeron que, en total, estiman una caída de u$s 4300 millones en la semana posterior a las elecciones de medio término, pasando de u$s 15.300 millones a u$s 11.000 millones.
“Unos u$s 2800 millones se explican por el vencimiento de la D31O5 dólar linked y el resto, por el vencimiento de futuros de dólar”, dijeron desde PPI.
El viernes, el Banco Central optó por no renovar su posición en futuros de dólar, provocando una abrupta caída de la cobertura cambiaria de los privados.
El interés abierto total se redujo de u$s 8607 millones a u$s 7469 millones (-u$s 1138 millones), lo que implicaría que la entidad recortó su posición short de unos u$s 7270 millones a poco más de u$s 6200 millones.
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones consideraron que, con el fin de los fixings en los tipos de cambio, esta será la primera semana sin distorsiones de este tipo, lo cual será clave para evaluar un comportamiento más “genuino” del tipo de cambio oficial.
“Por ahora, parece haber espacio para que el esquema cambiario continúe, ya que la cuenta financiera comienza a mostrar señales de apertura”, dijeron.
Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance, consideró que la confianza del mercado en esta nueva etapa del gobierno afecta de manera positiva tanto al tipo de cambio como a las demás patas del tablero económico financiero argentino.
“El resultado de las elecciones, el discurso del presidente, el consenso con gobernadores, la velocidad con que ya se empezaron a impulsar las reformas, los nombramientos en cargos con guiños hacia partidos aliados son señales que fortalecen la visión de mediano y largo plazo de inversión, a eso sumado que, por cualquier eventualidad, contamos con el Tesoro Americano de respaldo para seguir vendiendo dólares”, remarcó.
Por otro lado, destacó que poco antes de las elecciones es que las carteras ya estaban altamente dolarizadas y los activos en pesos quedaron en valores realmente atractivos.
El futuro del dólar
Medidos en tasa efectivamente anual, la expectativa devaluatoria marca un salto cambiario de 5% (TEA) para el contrato de noviembre, saltando al 19% (TEA) para diciembre.
Para enero, la tasa efectiva anuales del 22,4% (TEA), debajo del 2% mensual.
Toda la curva se ubica debajo del 25%, aunque también encuentra un piso en 22% (TEA).
Dadas estas expectativas devaluatorias, el mercado ve menos necesidad de tomar cobertura cambiaria.
Los analistas de Baires Asset Management explicaron que la caída en las expectativas devaluatorias se debe principalmente a la gobernabilidad política consolidada tras las elecciones y la entrada de apoyo financiero externo (tesoro de EEUU), lo que minimiza el riesgo de un shock cambiario abrupto de corto plazo.
Bajo este escenario, desde la compañía indicaron que la decisión de tomar cobertura cambiaria o apostar al carry trade depende de la proyección del inversor sobre la continuidad del plan económico y la estabilidad política del gobierno. La decisión no es binaria, sino de balance de riesgo”, puntualizaron.
En ese sentido, detallaron para quienes hagan una búsqueda activa de carry, la estrategia ideal es desarmar coberturas caras de corto plazo (futuros) y migrar parte del capital a instrumentos de tasa en pesos (LECAPs), aprovechando la expectativa de que la suba del tipo de cambio será lento.
Simultáneamente, ven sentido a la estrategia de aumentar exposición a soberanos en dólares de tramo largo (GD35, GD38).
“Este trade no es de cobertura cambiaria, sino de ganancia de capital. Se espera que la compresión del Riesgo País (aumento del precio de los bonos soberanos) ofrezca un retorno en dólares muy superior al de cualquier hedge o carry trade simple”, dijeron desde Baires Asset Management.
Finalmente, como parte de una estrategia defensiva, el inversor puede combinar una porción del portafolio se mantiene en Bonos dólar linked (TZVD5) como cobertura contra el riesgo de que la estabilidad cambiaria se quiebre.
“Consideramos que el mercado está dispuesto a tolerar el riesgo de un carry agresivo, siempre y cuando la gobernabilidad política no se debilite. La decisión es más un juicio político que un cálculo estrictamente económico”, cerraron desde Baires Asset Management.
Contemplando estos niveles de tasas devaluatorias esperadas, el mercado proyecta un dólar oficial a fin de noviembre en $1478, saltando a $1514 en diciembre y a $1546 en enero.
Para febrero, el dólar se espera que se ubique en $1571, y salta a $1601 en marzo.
Finalmente, estos valores de tasas devaluatorias esperadas proyectan un tipo de cambio en niveles de $1650 y $1780 entre mayo y septiembre del año que viene.
Auxtin Maquieyra, Gerente Comercial de Sailing Inversiones, espera que el actual esquema de bandas cambiarias se mantenga hacia adelante, por lo que la demanda de cobertura debería mantenerse baja.
“El triunfo en las elecciones y el respaldo del Tesoro de EEUU le dan al gobierno una alta cuota de credibilidad política y económica, fortaleciendo su capacidad para defender la estrategia de bandas cambiarias. Este lo que genera es una reducción del riesgo cambiario y favorece las estrategias de carry trade, dado el reaseguro que brinda la estabilidad del dólar”, indicó Maquieyra.
A la hora de referirse sobre las inversiones en pesos, Maquieyra detalló que para perfiles conservadores que quieran mantenerse en moneda dura, mantenemos recomendación de ONs sólidas del sector bancario y energético.
En cambio, para aquellos más arriesgados o dispuestos a extender horizonte de inversión, la parte larga de la curva soberana presenta buenas oportunidades, principalmente el AL35 y AE38.
Finalmente, afirmó que para aquellos inversores interesados en aprovechar la tasa en pesos, LECAPs cortas como las que vencen en enero 2026, son un buen instrumento para concretar estrategia de carry.
En cuanto al posicionamiento, Waitzel consideró que, en este escenario, la cobertura cambiaria perdió atractivo relativo frente al carry trade en pesos, especialmente en instrumentos de tasa fija y CER cortos.
“La baja en las tasas reales aún deja margen para rendimientos positivos en términos reales, y la recuperación de la demanda de dinero sugiere que la presión por dolarización de portafolios seguirá limitada. A la vez, el diferencial entre activos en pesos y la curva hard dólar se amplió lo suficiente como para sostener una estrategia de carry moderado con horizonte de semanas”, comentó.
Dentro de los papeles que ve potencial Waitzel indicó que las carteras más activas están combinando posiciones de tasa en pesos —especialmente CER 2027 y duales 2026— con liquidez táctica para reaccionar ante eventuales sorpresas.
“Las coberturas cambiarias quedan reservadas a perfiles más conservadores o con exposición operativa en dólares”, afirmó Waitzel.