Se termina el primer mes del año y finaliza de la misma manera en que arrancó el 2021. Esto es, con calma cambiaria, con alta inflación y en medio de una crisis económica con enormes desafíos para el Gobierno por delante. Para tener una visión sobre el futuro económico y financiero del país, El Cronista conversó con Gabriel Rubinstein, director de GRA Consultores, la cual fue la consultora que más acertó en sus proyecciones en el REM en 2021. Rubinstein, que tambien fue representante del BCRA durante la gestión del Ministro Roberto Lavagna, espera una inflación del 43% y anticipa maxi devaluaciones en 2022, postergándose en 2021 producto de las elecciones.

El BCRA estuvo comprando reservas y bajo su exposición en dólar futuro. ¿Qué tan sostenible es esta dinámica?

Creo que el dólar va a seguir con esta administración administrada y con las brechas que pueden (o no) subir, acompañadas por un BCRA que encontró cierta fórmula para que no haya pánico en los mercados paralelos. Es decir, el Central abastece a los mercados paralelos cuando es necesario. La acumulación de reservas la vemos frágil ya que el superávit comercial se puede achicar, sobre todo el superávit de caja. Además, las brechas cambiarias conspiran contra la liquidación de exportaciones por lo que la compra de reservas va a ser muy escasa este año, de entre u$s 1000 y u$s 2000 millones. Esto luce muy alejado del orden de compras que tendrían que estar en torno a los u$s 12.000 millones. Aun así, tampoco creemos que va a perder reservas y entendemos que la situación cambiaria y financiera se puede mantener bastantes meses en esta inercia que estamos teniendo.

Guzmán había planteado como objetivo clave la compra de reservas en 2022...

El BCRA vende en el mercado para contener las subas en el contado con liquidación. Al fin del día, la importancia de comprar reservas es un objetivo que no van a lograr que incluso augura problemas serios para el 2022. Estos problemas seguramente estarán relacionados con ajustes cambiarios vía devaluaciones en 2022 cuando terminen las elecciones básicamente porque es muy difícil que el FMI finalmente acepte este estado de situación.

¿Qué opinas la venta de bonos al 17% para contener al contado con liquidación?

Las tres herramientas que encontró el Gobierno para combatir los mercados paralelos fue por un lado, amedrentar a los operadores. Tuvo éxito ese operativo ya que los operadores y empresas que demandaban contado con liquidación se corrieron ya que no quieren problemas ni represalias. El segundo operativo fue vender bonos en el mercado local para bajar al contado con liquidación y recomprar parcialmente bonos en el mercado internacional. Esto implica un endeudamiento del estado al 17% con el mercado privado. La mayoría lo hizo a través de la Anses. Endeudarse al 17% es una cifra estrafalaria. Por último mecanismo es que, como compra bonos menos de lo que vende, al comprar bonos debe pagarse con dólares. El BCRA destinó u$s 600 millones desde noviembre para la recompra de bonos en el exterior.

¿De dónde salen esos dólares?

Las reservas netas liquidas siguen siendo negativas en mas de u$s 1500 millones, estimamos que el BCRA esta usando los argendolares y los encajes. No debería hacerlo pero sin embargo lo hace. Bajar al blue y el contado con liquidación tiene su costo colaterales pero se logró el objetivo. Aun así, lograron calmar al mercado en esta zona con la brecha en torno al 70%. No vemos que la brecha vaya al 30%.

¿Cuáles son tus perspectivas de inflación, tipo de cambio y PBI para este año?

Los distintos mecanismos van a lograr que la inflación este mas cerca del 40% que del 50%. Esperamos 43% de inflación para 2021 y un tipo de cambio oficial de $118 y un PBI rebotando al 6%. Es muy jugado ese numero ya que depende del cierre de muchas actividades y la apertura de 2021 independente de los contagios. En la medida que no haya una catástrofe y el Gobierno se banca la cantidad de contagios que hay, y no se cierran las actividades, el 6% es muy lograble

Ustedes proyectan 43% de inflación y el REM 50%. Guzmán espera un 30%. ¿Quién se equivoca?

Hay una inflación subyacente que lleve a la inflación al 50% o más ya que hay una presión macroeconómica en esa dirección. Esa proyección se puede moderar por una colocación mayor de Leliq, la cual esperamos que en 2021 alcancemos un récord del 10% del PBI. Va a seguir subiendo las Leliq y va a haber una cierta absorción más compatible de que la inflación este en el 45%. Al mismo tiempo, cuando se reprimís precios, siempre hay monetización forzosa. Pasa siempre que hay cepo y controles y no todo se licua rápido con inflación. Tarda ese proceso que el sobrante de dinero se va a volado a los precios e impacta más rápido en la brecha y menos en los precios. El Gobierno va a estar atento a la brecha y va a evitar que suba a "martillazos". Hoy manda la cuestión electoral por lo que es probable que al Gobierno importe los efectos adversos de estas medidas.

Con tasa real negativa ¿el BCRA debe subir o bajar la tasa?

El FMI va a pedir una suba de tasas, pero creo que al Gobierno mucho no le va a importar. Por ello es que el acuerdo con el FMI esta difícil y todo lo que se acuerdo va a estar sujeto a revisión dado el contexto de pandemia y como un programa de transición. El FMI puede hacer la vista gorda con metas muy light o a ser revisadas a finales de 2021 y comienzo de 2022, luego de las elecciones. Ahí se va a jugar el partido con el FMI. Ahora van a buscar una manera transicional y el FMI va a medir una suba de tasas en pesos para estimular el ahorro y evitar el aumento de las brechas cambiarias. Algo la ven a tener que subir pero menos de lo que va a ser un estimulo importante para quedarse en pesos.

El año pasado fue récord de déficit fiscal y este año se proyecta 4,5%, siendo elevado en términos históricos que va a ser financiado con emisión mayormente. ¿Qué anticipa esto?

El balance fiscal del año pasado fue bastante negro, asociado a la pandemia y similar a lo que paso en el resto del mundo. El problema de argentina es que el déficit fiscal viene de larga data. En 2004 teníamos superávit del 4% y lo llevo al déficit del 4%. Eso fue una gran tragedia de la que nunca pudimos salir. Guzmán se propuso con buen criterio tener un déficit del 2% del PBI pero el Instituto Patria no le permitió y le obligaron dejarlo en 4,5% ya que es un año electoral. La contrapartida es una emisión monetaria muy grande. Los objetivos de colocación de bonos es muy ambicioso ya que necesitan rollover de hasta 200%. Hoy tienen rollover de 130% por lo cual van a tener que volver a emitir y colocar muchas leliq. Esto crea desequilibrios importantes hacia adelante, lo cual va a llevar a máxi devaluaciones del 30% y 40% y ajustes fiscales mas fuertes ya que va a ser difícil convivir con esto. Hasta octubre el FMI podrá permitir algunas cosas pero no por mucho más. En 2022 se viene el ajuste que se esta postergando en 2021.