Es común escuchar que una calificadora de riesgos le "sube" o "baja" la calificación a un país, y sabemos que esa decisión define el acceso a los mercados internacionales, el grado de confianza de los inversores y la cotización de los títulos de deuda soberana, pero muchas veces desconocemos qué factores afectan a dicha calificación y cuáles son los pasos que sigue la empresa para tomar la determinación. Martín Fernández Romero, Country Manager de Moody´s en Argentina, nos responde algunos de estos interrogantes.
¿Qué rango de calificaciones utiliza Moody’s y qué parámetros utiliza a la hora de calificar un país?
Nosotros utilizamos una escala de 21 niveles que van desde la calificación Aaa hasta C. Las calificaciones son una opinión de crédito, adicional a las que puede haber en el mercado con respecto a la capacidad de un determinado emisor, puede ser un país. una empresa, o un gobierno subsoberano (provincia o municipio) para cancelar su deuda en tiempo y forma. Pero no constituye una recomendación para invertir, ni para comprar o vender un determinado papel.
Tenemos metodologías públicas para asignar calificaciones, tanto a los países, bancos, etc. En el caso de los países se miran cuatro factores:
Fortaleza fiscal: juegan indicadores como el tamaño del PBI, el PBI per cápita, etc. En este punto en particular, la Argentina está bastante bien posicionado en comparación con otros países que tienen la misma calificación de crédito. De los 21 escalones, Argentina está en el escalón 16 para Moody´s hoy en día, que implica una calificación B3, relativamente baja dentro de la escala. Comparada con otros países que están con calificación B3 la Argentina tiene un grado de desarrollo económico relativamente alto. Por ejemplo, tiene un PBI que oscila entre los 575 y 600 billones de dólares y los países con la misma calificación tienen un PBI alrededor de 20 billones. O si miramos el PBI per cápita, el de Argentina es tres veces el de sus comparables.
Fortaleza financiera: Este punto refiere a la capacidad que tiene el Gobierno para repagar su deuda. ahí se analiza si el país presenta déficit o superávit fiscal, la relación entre deuda y PBI, etc. Aquí es donde, si bien vemos algunas mejoras, hay cuestione que restan por resolver.
Fortaleza institucional: son mediciones que tienen que ver con las “reglas de juego básicamente. Cual es la capacidad del país para cumplir con el marco jurídico, su competitividad y una serie de indicadores del Banco Mundial, como por ejemplo, el Índice Mundial de Efectividad de los Gobiernos o el Índice Mundial del Respeto a las Leyes (Rule of Law).
Susceptibilidad a los shocks: es decir, si ocurre un shock global, cuál es la probabilidad de que el país se vea afectado. Ahí observamos una mejora a partir del acuerdo con los holdouts, en donde Argentina recupera el acceso a los mercados de capitales. eso, por sí mismo, da una holgura un poco mayor para enfrentar los shocks. Está ventaja se traslada a las calificaciones de provincias, municipios, corporativos y al financiamiento de proyectos.
El hecho de que estemos màs desarrollados que nuestros pares en nivel de calificaciòn, significa que mejorando en algunos aspectos, por ejemplo en calidad institucional, podemos aspirar a una mejor calificaciòn en el corto plazo?
No podemos comentar sobre futuras acciones de calificación. Lo que sí podemos de decir es que nosotros cambiamos el “credit outlook (perspectiva crediticia) en marzo pasado, de “estable a “positivo y eso significa que tenemos una perspectiva de que nuestra calificación mejore en un periodo de entre 12 y 18 meses. Ese cambio está basado en principio en la resolución de algunos desbalances macroeconómicos que enfrentó el Gobierno, como el tema de la eliminación del cepo, el acuerdo con los holdouts, etc. También observamos algunas tendencias interesantes como el incipiente crecimiento económico, que probablemente le permita al Gobierno cumplir con las metas fiscales para este año.
¿Con qué periodicidad se revisa la calificación, puede realizarse a pedido del emisor?
Los emisores, en este caso el país, no intervienen para nada. Se trata de decisiones de crédito que se toman por comité y los emisores no tienen ninguna influencia en ese Comité de Crédito. A los sumo podemos tener una interacción con el emisor, para entender, en primer lugar, los números del Gobierno, la trayectoria de financiación del déficit, o requerir información adicional.
¿Qué tipo de cuestiones ameritan un cambio en la calificación y cómo es el procedimiento puntualmente?
Las calificaciones están en constante revisión, por lo tanto si ocurre algún evento particular que nosotros consideramos que puede ameritar un cambio en la calificación el analista va a un comité de crédito y se discute. De todas formas, nosotros tendemos a no reaccionar a cualquier evento que ocurra, tratamos de que nuestras calificaciones tengan cierta estabilidad a lo largo del tiempo y del ciclo económico. Que no suban cuando tenés un suba en el ascenso en el ciclo económico y que no bajen cuanto tenes un descenso en el ciclo.
La idea es que cuando se sube o se baja la calificación es porque pensamos que hay un cambio sostenible a lo largo del tiempo de la calidad de crédito de ese emisor.
¿Cuántas personas integran el comité. cómo funciona y cuanto demora en revisar la calificación?
Depende, no hay un número fijo de integrantes, lo que sì se espera es que el comité sea bien diverso, que las personas tengan mucha experiencia de crédito, en este caso en cuestiones de riesgo soberano, participa gente de todas partes del mundo y todos los votos valen uno. No hay un voto que tenga preferencia por sobre el resto, ni siquiera el del Chairman (presidente) del comité, es decir, quién dirige la discusión. El analista propone una revisión y se analiza primero por los miembros de menor cargo y luego por los de mayor cargo para no influenciar las decisiones. Se trata de una decisión colegiada en donde el voto se emite a viva voz y se define por mayoría simple. El comité transcurre en el día. Luego, con la decisión ya tomada se emite un comunicado de prensa y un reporte en donde se explican los fundamentos de la calificación. A partir de ese momento ya rige la nueva calificación.
¿Existe un plazo máximo en el que si o si la calificación deba revisarse?
Sì,tenemos revisiones periódicas de los créditos. No pasa que los créditos estén demasiado tiempo sin revisarse. Dependiendo de cada grupo, hay distintos protocolos que indican que cada determinado tiempo se hace una revisión más formal y se reune el comité, aunque no derive en un cambio en la calificación. El monitoreo es permanente y cada evento que ocurre se discute internamente por más que no se emita un comunicado de prensa.
¿Cómo afectan los casos de corrupción, sucesos de significación política, procesos electorales y ese tipo de cuestiones en la calificación?
Los hechos de corrupción son tenidos en cuenta y afectan a fortaleza institucional y lo mismo ocurre para las cuestiones políticas. Nunca vamos a emitir una opinión política, o de preferencia por un determinado candidato u otro, pero si opinamos sobre cuáles pueden ser las consecuencias económicas de la elección en términos de políticas económicas y cómo esas políticas, independientemente de quién sea el candidato, influyen sobre la calidad de crédito del emisor.
¿Eso se resuelve una vez que se tiene el resultado electoral o se va analizando con anterioridad?
Generalmente se va analizando antes, cuales son las estrategias de los diferentes candidatos, como vienen posicionados y que puede pasar en cada uno de los escenarios. Por ejemplo, cuando fue el caso del Brexit, al dìa siguiente publicamos un reporte con las consecuencias macroeconómicas que nosotros estimamos se iban a originar con la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Ya estaban evaluadas las diferentes alternativas y eso nos permite publicar un informe casi de inmediato.