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La Argentina, con su ecosistema fintech que, a pesar de los desafíos macroeconómicos, muestra un crecimiento sostenido y una capacidad de innovación, atrae tanto capital local como internacional. Tanto en el ámbito de las soluciones de pagos digitales como en plataformas de inversión automatizada, el país se perfila como un laboratorio clave para la adopción de nuevas tecnologías financieras en América Latina.
Esa fue una de las conclusiones centrales de CLAB2025, el encuentro de bancos, fintechs, reguladores e inversores que realizó esta semana en Buenos Airesla Federación Latinoamericana de Bancos (FELABAN) y la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina.
El potencial de Argentina
Julián Colombo, CEO de N5, agregó en charla con El Cronista que, la Argentina tiene una característica estructural y otra coyuntural que la hacen un lugar ideal para liderar esta tendencia en la región.
Según explicó, lo estructural es que es un país naturalmente innovador, "cuna de algunas de las startups y fintechs más exitosas del mundo", recordó.
Además, destacó una población financieramente sofisticada y acostumbrada a las restricciones presupuestarias que llevan a innovar con éxito.
Para Colombo, lo segundo, más coyuntural, "tiene que ver con el momento de redefinición del papel del sistema financiero. Una industria que durante décadas estuvo más enfocada al financiamiento del sector público o la intermediación, necesita redireccionar sus esfuerzos a crecer con clientes individuales, comercios y pequeñas empresas. Algo que exigirá nuevos procesos, ideas y tecnologías", advirtió.
¿Llega el Open Finance?
Uno de los temas que más se tocaron durante el evento fueron las financias abiertas. Un debate que no solo se da en la Argentina, sino que se da en toda la región. Su principal objetivo es potenciar la competencia, fomentar la innovación en productos y servicios, y otorgar a los usuarios un mayor control sobre sus datos.
Además, permite desarrollar ecosistemas financieros integrados, donde una persona puede visualizar y gestionar todas sus cuentas, créditos y seguros desde una única plataforma.
Sobre este tema, Alejandro Masseroni, regional Sales Líder de NextGen Institutions en Temenos, señaló a este medio que el avance del Open Finance en la Argentina muestra un panorama mixto: "Por un lado, la tecnología y las herramientas necesarias están listas; por otro, persisten barreras vinculadas a la protección de datos, la seguridad de la información y la incertidumbre sobre quién puede explotarla", acotó.
No obstante, Masseroni confirmó que este fenómeno no es exclusivo del país, "sino que se repite en varios mercados de la región, donde la prudencia de los actores tradicionales limita la adopción masiva".
Para el experto, a pesar de estos obstáculos, los beneficios potenciales de las finanzas abiertas son claros. "Compartir información financiera, incluso entre entidades tradicionales y no tradicionales, puede reducir la morosidad y mejorar el score crediticio de los clientes, lo que se traduce en ventajas tanto para las instituciones financieras como para los propios usuarios", aseguró.
"Un ejemplo reciente en Colombia mostró que este tipo de intercambio de datos permitió a una entidad financiera tradicional disminuyera significativamente su tasa de morosidad e ilustró cómo la correcta aplicación tecnológica puede traducirse en resultados concretos", agregó.
Sin embargo, el camino hacia la implementación completa todavía enfrenta desafíos. Muchos proyectos permanecen en fase piloto o laboratorio, y "existe un cierto tabú sobre derribar barreras, incluso cuando se cumplen los estándares de seguridad y protección del cliente. La prudencia es parte del proceso, pero también frena la expansión de iniciativas de Open Finance más ambiciosas", concluyó Masseroni.