El período enero-junio de 2025 reordenó el ranking de rendimientos. Los activos que lideraron en 2024, como acciones y bonos hard dollar, perdieron tracción, mientras que otros relegados, como los dólar linked, capitalizaron la coyuntura. El carry trade sigue vigente, aunque su potencial cambia ante mayor flexibilidad cambiaria. El dólar oficial aceleró 4% en los primeros días de julio. Así, logró perforar el 50% del rango de las bandas cambiarias. "Con una demanda potenciada por aguinaldos, tasas a la baja y menos incentivo para quedarse en pesos, el movimiento marca el inicio de una segunda mitad del año que históricamente viene cargada de mayor volatilidad, especialmente en años electorales", revelan desde GMA Capital. Al mismo tiempo, señalan que la economía entra en una fase poco habitual: superávit fiscal y déficit de cuenta corriente conviven por primera vez en décadas. La clave está en el comportamiento del sector privado, que invierte más de lo que ahorra, mientras la cuenta financiera cubre el rojo externo. Si bien hoy ese desbalance es financiable, la velocidad con la que se alcanzó genera interrogantes. Asimismo, devengar tasas en pesos buscando altos retornos en dólares ahora resulta más complejo: hay flexibilidad cambiaria y las elecciones están a la vuelta de la esquina. De todas formas, con un dólar al 55% de la banda y tasas al 2,5% mensual, la pérdida máxima a fines de octubre, de no acabarse el esquema cambiario, se ubicaría en 10%. No parece un trade para cualquiera, pero puede resultar atractivo para los perfiles más agresivos. La segunda mitad del año suele mostrar mayor volatilidad por el calendario electoral, algo que comúnmente se suele asociar a mayor cobertura en dólares. De hecho, el 61% del movimiento del contado con liqui se explica en el segundo semestre para dichos años. A eso se suma el riesgo latente de menor ingreso de divisas porque el trimestre de oro del agro queda estacionalmente atrás.