"La demanda de los ahorristas menor a u$s 5000 fue terrible. Las mesas que venían operando u$s 30.000 por día negociaron u$s 80.000. Fue un mercado de no menos de u$s 30 millones", revela un pitufo, como se conoce en la jerga a los cueveros.
Ayer el blue subió 55 centavos para celebrar su fiesta de 15 en $ 15,10 y quedó $ 15,15 en el postcierre para hoy, con una brecha que se amplió al 65%, muy lejos del 40% que desea el gobierno, mientras se pone en alerta ante un dólar teórico que podría llegar a $ 21 a fin de año, según el IARAF, incluso con supuestos optimistas.
Para que la disparada del billete no sea mayor, la Anses salió a vender $ 100 millones de Bonar X. Evitó así que el contado con liqui (suerte de hermano mayor del blue) llegue a $ 14: lo bajó de $ 13,88 a $ 13,45. "Fue muy fuerte la intervención en bonos, pero no para dar salida vía CCL, sino para abastecer a la demanda local. Igual sabemos que tirar de a $ 100 millones por día no pueden porque de acá a las PASO pierden la mitad de la cartera", advierten en las mesas.
Pero lo que más preocupa ahora es el cuello de botella en bonos: ya funcionan con cupos de giro. Hay un virtual cepo en el CCL cuando antes no lo había. Los giros postergados son gigantescos: calculan una lista de espera de $ 400 millones. Las mesas piden parar o fragmentar las compras grandes de a 50.000 nominales y tener paciencia. Mientras, los bancos mayoristas tuvieron una suerte de feriado cambiario en el Boden 15. En vez de pasar órdenes de $ 2 millones en Boden, la fragmentan en $ 500.000: la lista de espera en RO 15 quema.
En rigor, el dato relevante fue el Boden 15 operando al 50%. La estrategia del gobierno es tratar de sacar jugadores del ruedo para ellos poder marcar precios. Como no hay vendedores oficiales de peso en el Boden, necesitan vender Bonar para que se arbitre privadamente.
El problema es que el BCRA ha vendido tanto Bonar para evitar la suba, que a este ritmo y como crece la tenencia de pesos en manos, para evitar la corrida (suponiendo una victoria de Scioli en segunda vuelta), no habrá más oferta oficial en bonos cortos y medianos. Habrá que ver entonces qué medidas se tomen contra el CCL y los fondos comunes de inversión dolarizados.
El blue rindió 16% en un mes
Quien compró blue el 21 de junio a $ 13 y lo vendió ayer a $ 15,05 ganó un 16% neto, casi lo mismo que el rendimiento de un plazofijo mayorista a lo largo de todo un año.
"Anteayer llamabas y te decían que no había dólares, ayer llamabas y te pedían esperar media hora, pero te marcaban con suba de 5 centavos cada media hora. El mayorista, lo que vende por ahora, lo recompra en el día", revelan los corretas, como se conoce en la jerga a los mayoristas del blue.
Pronostican que las ventas fuertes de billetes serán el miércoles, jueves y viernes de la semana que viene, previo puré de agosto, ya que la estrategia de los corretas es vender a fin de mes para recomprarle a los purecistas a un precio más barato a principios del mes siguiente.
¿Por qué subió tanto el bille? Explotó la demanda y la oferta está muy golpeada. En la City prevén que la gente no venderá un dólar, salvo el puré, hasta que confirme que Macri tiene chances para una segunda vuelta. De hecho, ayer se notó una falta de físico (billetes) en la periferia. Esto hizo agrandar el spread entre la punta compradora y la vendedora, que fuera de Buenos Aires puede llegar hasta $ 1. En Salta, el blue mayorista escaló ayer hasta $ 15,60, mientras el minorista había que buscarlo en no menos de $ 16. Como Salta es zona clave para el contrabando, la cotización del billete se recaliente un extra.
En la City, el spread de mercado a mercado es de 7 centavos, donde pocos acceden al mayorista (sólo por membresía). De u$s 2.500 para abajo son operaciones chicas, que tienen un aumento de 40 centavos. Entre u$s 2.500 y u$s 5.000 se consigue 30 centavos más para la compra y 30 centavos menos para la venta. Y a partir de u$s 5.000 los dealers venden con una diferencia de 20 centavos para cada lado.