Después de la presentación en sociedad de los esbozos del plan de dolarización de Emilio Ocampo, de su formalización como asesor del libertario Javier Milei, llegaron las críticas de think tanks internacionales, como el Instituto Internacional de Finanzas (IIF, por su siglas en inglés), con sede en Washington. Como se explicó en El Cronista, el economista jefe del IIF, Robin Brooks, enfatizó que "la dolarización es una idea terrible" para la Argentina. "La última vez que se intentó esto terminó en una gran devaluación que lo descarta para siempre como un objetivo de política", agregó. Y el ex asesor de Barack Obama, Mark Sobel, advirtió que "la dolarización sería una apuesta demasiado arriesgada. No hay fórmula mágica para los problemas del país, solo trabajo duro". Esta noche, el propio Ocampo salió al cruce de Brooks. En Twitter, respondió el post del economista de los bancos señalándolo como ignorante, puesto que confundió la dolarización con la convertibilidad. "La dolarización nunca se ha intentado en Argentina. Busque sus datos correctos. La convertibilidad fue el plan más exitoso implementado en Argentina desde 1945. Su desaparición se debió más a razones políticas que macroeconómicas. En todo caso, no fue la dolarización", le contestó Ocampo. Pocos minutos después, Brooks recogió el guante, y lejos de amilanarse respondió: "La dolarización es solo una versión extrema de un tipo de cambio fijo, que Argentina ha intentado con resultados desastrosos. Después de todo, siempre puede recuperar el banco central y poner en marcha las imprentas (para emitir dinero), incluso cuando haya dolarizado. Es solo una clavija de moneda con un nombre diferente", amplió Brooks.