El 2012 fue testigo de una continuación de la volatilidad en el mercado del aluminio, cuyo precio incrementó desde 1,843 dólares por tonelada en agosto a máximos de 2,087 dólares en diciembre. Sin embargo, al precio actual de mercado se estima que el 30% de los productores del metal están operando con pérdidas, obligando a algunos gobiernos a intervenir en la industria para absorber parte de las pérdidas de los fabricantes a través de la concesión de beneficios fiscales o abaratando la energía con subsidios. Estas intervenciones están dando lugar aun exceso de la oferta del metal que deprime aún más los precios, según analiza Sala de Inversión.
Otro efecto del exceso de oferta es el sobre almacenamiento, con un inventario estimado de 5.5 millones de toneladas en la actualidad. En lo que va de año, el consumo mundial de aluminio ha alcanzado unos 46 millones de toneladas, alcanzando un valor de mercado de 76.000 millones de dólares.
Ante la problemática que plantea la congestión de los depósitos de aluminio que están rozando niveles récord, el London Metal Exchange planea acelerar las entregas y reducir las primas pagadas por el abastecimiento, en un momento en que los precios operan cerca de mínimos de cuatro años. La LME propone obligar a los almacenes donde la retirada de partidas del metal tarda más de 100 días, a entregar mayores cantidades de aluminio de las que son aceptadas en depósito. No obstante, el Beer Institute y la American Beverage Association creen que esta medida creada por el LME no será suficiente para aliviar el exceso de metal que colapsa los almacenes, encareciendo los costos para los consumidores.
Sería un error pensar que todo el metal que se almacena está a disposición del consumidor.
De hecho - señala SocieteGenerale - el 80% de las existencias del ME están vinculadas a transacciones financieras; que normalmente implican la compra de metales para entrega inmediata, pero se vende por adelantado para sacar provecho de un mercado donde los precios suben en el futuro.
De acuerdo con estimaciones de Morgan Stanley, la oferta de aluminio que supera a la demanda por séptimo año consecutivo, seguirá haciéndolo hasta al menos 2018, con un superávit previsto en 1.69 millones de toneladas en 2013, equivalente al consumo de Japón en un año.
Dicho de otra forma, o como explicaba un informe de Bank of America/Merrill Lynch a finales de septiembre “los acuerdos de financiación para almacenamiento (del metal) han protegido a la industria de tomar decisiones dolorosas y eliminar capacidad”. En base a la sobrecapacidad de fundición y el riesgo de que los participantes del mercado opten o se vean obligados a deshacer posiciones, Merrill Lynch recortó su previsión promedio para el aluminio en un 3% para este año y 10% en 2014 a 1,863 y 1,775 dólares por tonelada, respectivamente.
Adicionalmente, Deutsche Bankestima que la oferta superará a la demanda en 350.000 toneladas en 2014, y aunque los productores ya han anunciado recortes de capacidad de 1.4 millones de toneladas hasta mediados del año próximo, podrían sumar otras 500.000 toneladas.
Otros, sin embargo, como la firma de análisis británica Visiongain, dicen que el mercado global del aluminio exhibirá crecimiento durante 2013-2023 impulsado por un mayor desempeño de los mercados emergentes. Los mercados emergentes se caracterizan por la falta de madurez y un claro y fuerte crecimiento económico el cual aumentará la calidad y cantidad de las compras de los consumidores. Los bajos costos de la energía también derivarán parte de la producción de aluminio hacia Oriente Medio y China occidental.