

Cuando alguien dice que le fue "para el tomate" generalmente hace referencia a un resultado mediocre, en el borde mismo del fracaso. No parece haber sido el caso de Warren Buffett.
El "Oráculo de Omaha", como se lo conoce, y su compañía insignia, Berkshire Hathaway, han dado a conocer hace apenas algunas horas que su resultado trimestral se duplicó en el tercer trimestre hasta alcanzar un récord histórico para la compañía.
El dato más llamativo no es precisamente el número sino el resultado obtenido en su "fructífera" participación en la firma Kraft-Heinz, la fusión de dos gigantes cuyo producto emblema es el ketchup Heinz.
El beneficio neto del tercer trimestre subió hasta los u$s 9430 millones o u$s 5737 por cada acción de clase A de Berkshire. En el mismo periodo del año anterior, la compañía había registrado una ganancia de u$s 4620 millones. Aun así, el beneficio operativo cayó un 4%.
Los resultados reflejaron como Berkshire se ha beneficiado de la fusión entre Kraft y Heinz, anunciada el pasado mes de julio. El brazo financiero del multimillonario registró un beneficio después de impuestos de casi u$s 4400 millones gracias al negocio de Kraft Heinz.
De esta manera, Berkshire ayudó a financiar la fusión la empresa de alimentos, cuyos productos incluyen embutidos Oscar Mayer, Jell-O y ketchup Heinz, que es su mayor accionista.
En febrero de 2013 Buffett había comprado Heinz, la marca de ketchup más famosa del mundo, en lo que fue la mayor compra en la historia de la industria alimenticia. Buffett pagó (y reconoció una deuda de la firma) u$s 28.000 millones, prácticamente las reservas que hoy acusa el Banco Central argentino.
"Heinz tiene un potencial de crecimiento fuerte y sostenido, basado en altos estándares de calidad, continua innovación, una excelente gestión y productos sabrosos (...) Su éxito global es un testimonio del poder de invertir en acciones de marcas fuertes y en la fortaleza de su equipo de administración y sus procesos", había dicho Buffett en aquella ocasión y no se equivocó.
En marzo de este año la fusión de Kraft y Heinz creó la tercera compañía de alimentos de los Estados Unidos y la quinta del mundo, capaz de generar resultados por u$s 30.000 millones.
En su informe del tercer trimestre, Berkshire Hathaway también señaló que no iba a deshacer posiciones en IBM. "IBM sigue siendo rentable y genera flujos de caja significativos", dijo la entidad en un comunicado.
"Actualmente no tenemos ninguna intención de disponer de nuestra inversión en acciones ordinarias de IBM. Aún así, Berkshire registró aproximadamente u$s 2000 millones en pérdidas no materializadas en relación con su inversión en IBM".
Según los especialistas del mercado, Buffett, uno de los hombres más ricos del mundo y presidente de Berkshire, sigue a la caza de "elefantes" que aporten valor a los accionistas de Berkshire.
En agosto pasado, el multimillonario acordó comprar Precision Castparts por cerca de u$s 32.000 millones. La compañía, que fabrica piezas para la industria aeroespacial, se constituirá en uno de los mayores negocios de Berkshire cuando la compra se complete en 2016.
Según la agencia Bloomberg, el acuerdo probablemente evitará que Buffett y Berkshire se animen a salir de compras en el próximo año ya que dos terceras partes de la adquisición de Precision Castparts se deberían financiar en efectivo, insumiendo parte de los u$s 66.300 millones de caja que Berkshire acumulaba a finales de septiembre de este año.













