La estructura del mercado de Bitcoin (BTC) extiende su deterioro a medida que la fase de capitulación empieza a tomar forma, con el precio por debajo de los u$s 97.000 este viernes y un retroceso superior al 7% en lo que va de la semana.
La demanda institucional sigue a la baja: los ETF spot de Bitcoin registraron salidas por u$s 622,70 millones hasta el jueves, lo que configura su tercera semana consecutiva de sangría.
Bitcoin comenzó la semana con debilidad y perdió el impulso tras una breve recuperación durante el fin de semana. Y este viernes marcó un mínimo de u$s 95.933, que la deja casi 24% por debajo de su máximo histórico de octubre (u$s 126.199).
La presión institucional aceleró la venta: los ETF spot de Bitcoin anotaron salidas netas por u$s 622,70 millones en lo que va de la semana, con lo que anota tres semanas al hilo de retiros desde fines de octubre.
Solo el jueves se registró un flujo negativo de u$s 869,86 millones, la mayor salida diaria desde el 25 de febrero. Si esta tendencia persiste o se intensifica, Bitcoin podría profundizar la corrección, pues sería una señal de que la confianza institucional está en retroceso.
La corrección del precio disparó una ola de liquidaciones. Se estima que los tenedores de BTC sufrieron pérdidas por u$s 920 millones, de los cuales u$s 749,75 millones correspondieron a posiciones largas, según datos de Coinglass.
En las últimas 24 horas, 249.599 operadores fueron liquidados, con un total que supera los u$s 1110 millones. Más del 88% de estas posiciones eran apuestas alcistas, lo que expone un posicionamiento excesivamente optimista.
El Fear & Greed Index también cayó a 16 este viernes —cerca de los mínimos de marzo— y marca un giro abrupto hacia el “miedo extremo”, mientras el mercado se prepara para más presión bajista.
¿Ya pasó lo peor o recién empieza una corrección más profunda?
“Bitcoin se mueve como una persona inteligente, sana y capaz, con un futuro promisorio, pero que inexplicablemente luce deprimida, angustiada y un poco perdida”, sostiene el analista de mercados, Iván Bolé, en diálogo con El Cronista. Esto se da luego del All-Time High, es decir, el máximo histórico, de los u$s 126.000, y del “flash crash” del 10 de octubre.
Bolé recuerda que 2025 estuvo dominado por dos grandes expectativas: “Un ciclo de recortes de tasas sostenido en el tiempo y el avance de la adopción institucional, e incluso soberana de Bitcoin como reserva. El precio no solo alcanzó, sino que superó el mítico umbral de los u$s 100.000, y tras una corrección manual en abril, regaló a sus seguidores una eufórica suba del 70%”.
Para el experto, todo eso ya es historia. “Hoy el foco está en su debilidad actual: Bitcoin cotiza de manera cómoda por debajo de los u$s 100.000, llegó a rozar los u$s 95.000 (e incluso menos), y la sensibilidad del mercado está a flor de piel.
Desde la óptica del análisis técnico, una corrección tras un rally del 70% no es ni anómala ni catastrófica. “Entonces, ¿por qué el Fear & Greed Index se arrastra por la zona de 15 puntos —miedo extremo— como si estuviéramos ante un derrumbe estructural?”, se pregunta el experto.
La respuesta está en un solo nivel: la EMA55 semanal. Vale la pena recordar que la EMA es la Exponential Moving Average, o media móvil exponencial, un indicador que suaviza los precios y pone más peso en las últimas velas. La EMA55 semanal mide los precios de cierre de las últimas 55 semanas y se usa para detectar tendencias de largo plazo. Es un umbral psicológico y técnico clave.
Históricamente -dice Bolé- cada vez que Bitcoin entró en un bear market, “lo hizo rompiendo y cerrando velas semanales por debajo de la EMA55. Sin excepciones. Y hoy, la vela de la semana —que cierra el domingo— se está imprimiendo firme, roja, sólida y por debajo de ese nivel”, advierte.
“De ahí el pánico y el pesimismo que empieza a contagiarlo todo y por eso el inversor minorista esté tan abatido como el propio precio”, asegura el experto.
Probablemente, detrás de escena, los institucionales aprovechen el momento para comprar. “Pero para el inversor de a pie, esta corrección se siente como un déjà vu de todos los mercados bajistas anteriores: dolor, miedo y la sensación de que algo grande podría estar rompiéndose”, concluyó el experto.
¿El mercado entró en bear market?
Tal cómo señaló Bolé, hay indicadores técnicos que dan indicios de que el mercado cripto entró en una fase de bear market. Para Carolina Gama, country manager de Bitget Argentina, está clarísimo.
Y los números la respaldan. La experta explica que, el movimiento profundiza un escenario que venía gestándose desde hace semanas: desde octubre, más de u$s 450.000 millones en valor se evaporaron del mercado cripto, con Bitcoin que acumuló una caída superior al 20% desde su máximo de 2025.
“La presión vendedora es amplia y consistente”, dice Gama. Bitcoin perdió el soporte psicológico de los seis dígitos, arrastrado por ventas spot más agresivas, flujos débiles en los ETF y un entorno global cada vez más adverso al riesgo.
“La liquidez se contrajo justo en el peor momento, con menos apoyo de grandes fondos, tesorerías corporativas y del inversor minorista, que este mes quedó prácticamente paralizado”, advierte.
En el frente macro, las señales no ayudan. “La Reserva Federal dio a entender que podría frenar —o incluso revertir— el ciclo de recortes, ante una inflación que dista de estar controlada. Ese giro reavivó la volatilidad en los rendimientos, presionó a las tecnológicas y golpeó a todos los activos de crecimiento, incluido Bitcoin.
A esto se suma el temor creciente a una posible burbuja de inteligencia artificial, que alimenta un clima de pánico entre inversores globales”, deslizó Gama.
A corto plazo, todas las miradas apuntan a la zona de u$s 93.000, considerado el próximo soporte relevante. “Una pérdida de ese nivel podría acelerar la corrección. Los bear markets recientes —como los de 2024 y comienzos de 2025— provocaron retrocesos del 30% al 40%. Con Bitcoin acumulando más de 20% de baja desde su pico anual, todavía existe margen para más presión bajista si ese soporte no aguanta”, concluyó.
Bitcoin siente el golpe de la macro
Ramiro Rodríguez, CFO de Fiwind, señala en diálogo con este medio que la reciente señal de la Reserva Federal —al recortar la probabilidad de un recorte de tasas en diciembre— volvió a encender las dudas en los mercados.
“Los últimos datos de inflación sorprendieron al alza y siguen lejos del objetivo oficial. Ese panorama reduce el apetito por activos de mayor riesgo, como Bitcoin y el resto de las criptomonedas, que suelen reaccionar con mayor sensibilidad cuando aumenta la percepción de un escenario monetario más restrictivo”, explica.
Por otro lado, Rodríguez menciona que en el mercado tradicional también se observó una corrección en los últimos días.
“Este retroceso resulta lógico si se tiene en cuenta que, a comienzos de noviembre, tanto el Nasdaq como el S&P 500 habían alcanzado máximos históricos. Como es sabido, existe una correlación, no siempre estable, entre los movimientos de los mercados accionarios y los del mercado cripto”, dice.
Esa correlación entre Bitcoin y el Nasdaq muestra variaciones importantes, “en ciertos períodos ambos activos se desplazan en la misma dirección, mientras que en otros exhiben comportamientos divergentes”, comenta.
La dinámica depende, en buena medida, de factores como las decisiones de política monetaria de la Fed, las expectativas de inflación, los flujos institucionales y el impacto de instrumentos como los ETFs de Bitcoin.
Por último, agrega Rodríguez, “en general, la correlación tiende a reforzarse cuando la Fed endurece su discurso, ya que todos los activos de riesgo ajustan simultáneamente. En cambio, cuando predominan factores propios del mercado cripto o episodios idiosincráticos, esa relación puede debilitarse”.