El 9 de julio es el Día de la Independencia en Argentina, pero para los inversores es una fecha clave por otro motivo. En esa jornada, los bonos Bonares y Globales desembolsarán pagos semestrales de renta y capital. Con este flujo en mano, se abre una nueva ventana para evaluar oportunidades y reinvertir en instrumentos que capturen la mejora del riesgo argentino. La City baraja las alternativas para mantener la exposición.
El martes, el Gobierno afrontará un compromiso clave: el pago de unos u$s 4200 millones a bonistas privados. Este desembolso, que representa uno de los vencimientos más importantes del año, llega en un contexto de alta sensibilidad para los mercados, donde cualquier señal de tambaleo fiscal o de compromiso de las reservas podría encender más alarmas.
Cabe recordar que los referentes del equipo económico -entre ellos el ministro de Economía, Luis Caputo; el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y el asesor Felipe Núñez- ratificaron que el Tesoro cuenta con los dólares necesarios para afrontar el vencimiento sin sobresaltos.
El mensaje fue transmitido en conferencias, entrevistas y redes sociales, en un intento por disipar dudas y enviar una señal de compromiso con el orden macroeconómico.
Con esta certeza de pago ya en la mente, los analistas plantean hacia dónde pueden ir estos fondos que desembolsará el Tesoro y analiza las mejores posibilidades de inversión.
Instrumentos para todos los perfiles
"Para los perfiles que se sienten cómodos con el riesgo soberano y apuestan a una compresión de spreads o mejora de precios hacia fin de año, nos mantenemos positivos en títulos como el Global 2041 (GD41) o el Bonar 2030 (AL30)", comenta en declaraciones a El Cronista Isabel Botta, Product Manager en Balanz Capital.
Advierte que son bonos que todavía muestran recorrido al alza en la medida en que la economía se estabilice y el riesgo país continúe a la baja. "Si el escenario macroeconómico acompaña, pueden capturar valor en lo que queda del año", advierte Botta.
Sergio González, Head de Asset Management en Cohen, comenta, por su parte, que es una realidad que gran parte del mercado local tiene estos instrumentos en sus carteras. Entonces, la pregunta clave es: "¿Qué hacer con esos cupones?". Para el estratega, el cobro va a generar un flujo interesante, y desliza que hay buenas perspectivas en el "segmento dolarizado".

"Para los inversores más conservadores, por ejemplo, el Bopreal 1.3 -que vence en 2026- ya nos parece que rinde muy poco con relación al riesgo argentino. En ese perfil más conservador, hoy vemos con interés las series 1C y 1D, que rinden en torno al 7,3%. Para un plazo de dos años, nos parece una tasa atractiva", sostieneGonzález.
Botta en tanto, recomienda para los perfiles conservadores, que priorizan rendimiento en dólares con menor volatilidad, pueden encontrar oportunidades atractivas en obligaciones negociables, como las de Telecom (TLCPO) o Vista Energy (VSCVO). "Se trata de compañías sólidas, con tasas hoy por encima del 8% anual", agrega.
La experta analiza que para quienes buscan diversificación más allá de Argentina pueden considerar el Fondo Balanz Latam, que invierte en países del Mercosur más Chile. "Con un rendimiento estimado superior al 6% anual a valores actuales, permite ampliar la exposición regional en moneda dura", asegura.
Los perfiles más arriesgados
González opina que, para los perfiles más arriesgados, hay oportunidad en los bonos soberanos en dólares. "La decisión del Gobierno de intervenir en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), -con compras en bloques grandes de divisas-, le da una vía genuina al Tesoro para hacerse de dólares con los que repagar la deuda", sostiene.
"Claro, eso puede tener implicancias sobre el programa desinflacionario, pero todavía está por verse. Lo cierto es que, desde el punto de vista de la deuda, representa una señal de pragmatismo que ayuda a bajar el riesgo país", aclara.

En ese marco, se mantiene positivo con los bonos que vencen en 2035, como el GD35 y el AL35. "Hay espacio para una compresión de spreads, por lo que son una buena alternativa para quienes están dispuestos a asumir un poco más de riesgo en dólares", dice González.
Y también, para los inversores que evalúan alternativas corporativas y dado el contexto actual, "por la calidad crediticia, preferimos ir con bonos de emisores de alta calidad como YPF y Pampa Energía. Son empresas con balances sólidos y buena capacidad de repago", asegura.
Finalmente, Botta concluye que para quienes necesitan liquidez en el corto plazo, el Fondo Balanz Dólar Corto Plazo representa una alternativa eficiente. "Con una duración aproximada de seis meses y un rendimiento estimado por encima del 5% anual, está posicionado en ONs de alta calidad crediticia y T-Bills (bonos del Tesoro estadounidense), lo que permite mantener los dólares en movimiento sin sacrificar seguridad".
Por último, desde Facimex Valores escribieron al respecto que las carteras de renta fija hard dollar deberían mantenerse sesgadas hacia el crédito público, "aunque con un rebalanceo de soberanos a provinciales".
"En nuestras carteras de renta fija hard dollar hicimos algunos ajustes recientes: redujimos la exposición a bonos soberanos, del 50% al 40% de la cartera, para incrementar la participación de bonos provinciales, que pasaron del 30% al 40%", indica el informe.
"Si bien vemos un gran potencial en los soberanos -en particular en un contexto donde Argentina avanza en la compresión del riesgo país y con el pago de cupones y amortizaciones de julio como catalizador de corto plazo-, identificamos oportunidades atractivas en deuda provincial de alta calidad, lo que justificó el rebalanceo", concluye.
Para los analistas, quienes cobran dólares buscarán reinvertir en instrumentos también en moneda dura. Y hoy, estas son las opciones que consideran más razonables según el perfil del inversor. En todos los casos, la clave está en tomar decisiones alineadas con los objetivos de cada cartera. Hay opciones para todas las necesidades, pero lo importante es que esos fondos recibidos no pierdan su valor.
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