Los intereses que el Banco Central paga por sus pasivos remunerados vuelven al centro de la escena: en dos meses y medio de 2021 superaron $ 200.000 millones, y no fueron pocos los que aprovecharon el incremento para recordar la promesa de campaña del entonces candidato Alberto Fernández, de reducirlos para aplicar esos fondos a subir las jubilaciones.
Hasta el 18 de marzo, último dato disponible en la web del BCRA, los intereses devengados por las Leliq y los pases ascendían a $ 219.105 millones.
Dado el stock actual de pasivos remunerados de $ 3,116 billones, analistas advierten la entidad podría generar intereses por encima del billón de pesos en el año.
El stock de Leliq, por las que el Central paga una tasa de 38%, hoy asciende a $ 1,912 billones.
El de pases pasivos, por los que paga 32% cuando son a un día y 36,5% cuando son a siete, es de $ 1,204 billones.
Con este nivel de stocks, y asumiendo un escenario de tasas estables a lo largo del año, los intereses que el BCRA paga por las Leliq ascenderán a $ 726.799 millones este año; y por los pases, no menos de $ 385.312 millones. Sumados, superarían $ 1,1 billón.
Martín Vauthier, de Eco Go, estima que los intereses oscilarán entre $ 1,1 billones y $ 1,2 billones durante este año, lo que según sus proyecciones equivaldría a 2,7% del PBI. Amilcar Collante, economista de Cesur, los sitúa "cerca de un billón de pesos o tal vez algo más".
Y agrega Vauthier: "Según está en el Presupuesto, son aproximadamente $ 375.000 millones por cada punto del PBI". Por lo tanto, en ese escenario, los intereses oscilarían entre 2,6% y 2,9% del PBI.
Si bien estos montos representan una aceleración nominal respecto de los últimos años, están en línea en proporción del PBI.
En 2020 los intereses por los pasivos remunerados del BCRA habían alcanzado los $ 721.559, que representaron casi un 2,7% del PBI.
Para 2019 habían totalizado $ 692.713 millones, que representaba 3,2% del producto.
Para Vauthier, si bien es una cifra significativa, la tasa de crecimiento de los pasivos en pesos del BCRA es menor que la de la inflación y del ritmo del crawling peg del tipo de cambio oficial.
"Desde ese punto de vista, entonces, no habría un problema de sostenibilidad", argumenta. Pero alertó que "el impacto que eso pueda a tener va a depender en gran medida de la evolución de la demanda de dinero".
Similar visión aporta Collante. A su entender, "lo deseable es que ese stock se vaya desarmando por incremento de la demanda de pesos genuina".
"Genuina -aclaró-, porque el cepo cambiario incrementa la demanda de pesos de manera forzada. La demanda de pesos se recuperará si hay un plan económico consistente y creíble de fondo", subraya.
"Si no hay una señal creíble de una política hacia una consolidación fiscal y a la reducción en el financiamiento monetario, si no baja el riesgo país y no sube la demanda de dinero, ahí sí este aumento puede generar alguna presión", coincide Vauthier.
Si bien en términos del PBI no supera a años anteriores, el total de pasivos totales del BCRA (remunerados y no remunerados) sí alcanzó niveles en torno al 20% del PBI, similares a los 2018.
En ese escenario es que toma mayor importancia la mencionada recuperación de la demanda de dinero.
El crecimiento de los stocks de pasivos remunerados del BCRA y sus intereses no se da de forma aislada.
La consultora LCG apuntó que se revirtió el sesgo contractivo de la política monetaria de inicios del año.
"En marzo la base monetaria se expandió $ 34,6 mil millones producto de un aumento de la expansión para financiar al fisco de $ 85,7 mil millones en línea con el déficit financiero del primer bimestre", precisa el trabajo.
"Otra de las fuentes de expansión fue la de los intereses asociados a los pasivos remunerados", dice LCG.
Ante ello, el informe concluye: "Con tantas restricciones sobre el mercado de cambios, los pesos permanecen cautivos en el sistema. Y aunque la tasa de interés no compense la inflación, ni se mueva en la dirección de esta, por el momento el BCRA no tiene problemas en esterilizar. El costo es el incremento de los pasivos remunerados que están deteriorando el balance del BCRA".